El cantante mexicano Alejandro Fernández se presentó la noche del 17 de mayo del 2018 en Guayaquil. Foto: EL COMERCIO.
Echó en falta un remedio para olvidar, como reza el tema No sé olvidar. Fue una “hoja que lleva el viento”, volando alrededor de la amada (en Me hace tanto bien). Y concluyó lastimero: “En cuanto cruces la puerta te voy a perder” (en Te voy a perder).
Las letras de las canciones que el cantante mexicano Alejandro Fernández cantó en su concierto en Guayaquil refrendaron la forma cómo el propio artista definió su show sobre el escenario, rendido a los extremos en una ofrenda al amor y al desamor.
‘El Potrillo’ se presentó la noche de este jueves 17 de mayo en el Centro de Convenciones del Puerto Principal, en un espectáculo alrededor de dos horas en el que interpretó baladas, boleros y rancheras. Y ofreció un tributo a la música de su padre –Vicente Fernández– y al folclor de México, con clásicos de la música ranchera como Me cansé de rogarle, Por tu maldito amor y De qué manera te olvido.
El concierto comenzó cerca de las 20:45 en una primera parte en la que el artista congenió su vena romántica con la más rítmica y su pop latino, versiones de Si tú supieras, Qué lástima, Se me va la voz o Quiero que vuelvas.
Fernández se declaró feliz de volver a Guayaquil después de 10 años. Contó que siempre se llevó recuerdos increíbles del Ecuador por lo que prometió retribuir el cariño con una gran velada. “Esta noche la vamos a pasar increíble, tengo mucho que contar, y más que contar mucho que cantar”, dijo.
Los tres trompetistas, de la docena de músicos que actúo con el cantante, tomaron gran protagonismo en temas como Hoy tengo ganas de ti o Qué lastima –una de las más coreadas-, en un show que contó con tres grandes pantallas –dos verticales a lado y lado del escenario-, videos, efectos visuales y una gran batería de luces.
Fernández apareció vestido con traje negro y camisa blanca, sin corbata, con una rosa roja en el ojal de las que le lanzaron desde el público. En un tono más acústico, interpretó un bolero de Armando Manzanero, Como yo te amé, y temas de su repertorio como Me dediqué a perderte.
En la segunda parte del recital, vestido de charro con traje y sombrero de mariachi, interpretó temas como Mátalas, Sin tantita pena y Como quien pierde una estrella.