Un mañana que nunca termina para Tom Cruise

Tom Cruise encarna al Coronel William Cage en la película de ciencia ficción 'Al filo del mañana'. Foto: movieweb

Tom Cruise encarna al Coronel William Cage en la película de ciencia ficción 'Al filo del mañana'. Foto: movieweb

Tom Cruise encarna al Coronel William Cage en la película de ciencia ficción 'Al filo del mañana'. Foto: movieweb

Tom Cruise regresa al campo de batalla para intentar salvar a la humanidad. ‘Al filo del mañana’, la cinta dirigida por Doug Liman, coloca al actor estadounidense en dos situaciones que le son familiares y que ha sabido explotar con bastante éxito en su carrera: el combate cuerpo a cuerpo y un escenario apocalíptico.

En la cinta, que se estrena en cines este viernes 6 de junio, una vez más los medios de comunicación se erigen como la voz que anuncia la crítica situación.

Una raza alienígena llegó al planeta, específicamente a Alemania, desde donde se inició un plan de conquista global. Ante una de las más devastadoras guerras, la humanidad se enfrenta a una posible extinción como especie dominante del planeta.

Los extraterrestres, llamados ‘mimics’ por su capacidad para imitar y anticiparse a las tácticas militares, han repelido casi todos los contraataques y han extendido su dominio sobre gran parte del continente europeo.

Sin embargo, el Ejército ha desarrollado una armadura, cuya textura, movimientos y habilidades de combate complementa la atmósfera futurista de la cinta. El uso de este traje derivó en una operación exitosa en la zona de Verdún –uno de los legendarios campos de batalla de la Primera Guerra Mundial- y que se convierte en una esperanzadora oportunidad para retomar el control de los territorios ocupados.

En ese escenario, Cruise interpreta al Coronel William Cage, un oficial encargado de manejar las relaciones públicas para las Fuerzas Armadas. Bajo ese perfil, el actor presta su buena apariencia y carisma para vender ante la opinión pública la idea de que un ataque militar a gran escala podría ser la única oportunidad para derrotar a los ‘mimics’, en una lógica de que la mejor defensa es el ataque.

Cage es un soldado que sabe muy bien cómo promocionar la idea de una guerra pero que no quiere estar en ella. Sin embargo, termina en el campo de batalla acusado de desertor. El primer paso de la gigantesca operación militar es desembarcar por sorpresa en las costas francesas de Normandía.

Hasta aquí, las referencias históricas son claras y el estreno de la cinta supera la casualidad para coincidir con el día en el que los soldados de las tropas de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá desembarcaban en las costas de Normandía, al noroeste de Francia, para enfrentarse al dominio Nazi.

Esa superposición metafórica entre la fantasía y la historia se convierte en uno de los valores agregados en la historia que dirige Liman, quien además tiene el acierto de ofrecer al espectador un ambiente dinámico y emocionante en el campo de batalla.

Sin experiencia en combate, Cage muere en combate. Sin embargo, el soldado vuelve a despertarse en el momento en que llegó como desertor al campamento militar. Entonces lo que podría aparentar un lapso de sueño, se revela como una discontinuidad en el tiempo que hace que Cage regrese al mismo punto cada vez que muere. Una estructura que podría recaer en la redundancia si no se sigue con atención las sutiles variantes de cada episodio que se repite.

Emily Blunt, que interpreta a Rita Vrataski, será quien tiene la clave para entender el extraño suceso. A partir de ese momento, la cinta adopta técnicas narrativas propias del videojuego.

Una estructura en la que el jugador, o personaje en este caso, puede variar su estrategia cada vez que reinicia una partida. Sin embargo, la historia avanza en una espiral dinámica hasta una resolución previsible, que intenta dar un giro en el último momento.

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