Adultos mayores integran un grupo de danza en San Miguel de Quera

El grupo de bailarines participa en casi todas las festividades tradicionales de la comunidad de Quera. Cristina Márquez / EL COMERCIO

El grupo de bailarines participa en casi todas las festividades tradicionales de la comunidad de Quera. Cristina Márquez / EL COMERCIO

El grupo de bailarines participa en casi todas las festividades tradicionales de la comunidad de Quera. Cristina Márquez / EL COMERCIO

Cuando la palla, la bocina y el bombo suenan al mismo ritmo, los habitantes de San Miguel de Quera, una comunidad indígena situada a 40 minutos de Riobamba, se reúnen alrededor de la plaza central para mirar la presentación del grupo de danza local.

Un grupo de 38 adultos mayores que visten la ropa originaria de la zona da un homenaje a la comunidad, a las autoridades y a los visitantes con una muestra de baile autóctono. Su danza empieza en una esquina y luego recorre casi todo el espacio de este poblado.

“Casi no necesitamos repasar porque ya nos sabemos los pasos, los sabemos desde que éramos jóvenes y veníamos a bailar en las fiestas de la comunidad”, cuenta Marco Toabamba, uno de los integrantes de la agrupación.

Él dice que antaño todos los comuneros bailaban y mostraban sus coreografías familiares durante cada festividad importante, especialmente en las fiestas de Pawkar Raymi, que son las más importantes para la etnia Puruhá.

Según la creencia indígena, esa es la fiesta del florecimiento y coincide con el festejo mestizo del Carnaval. La celebración es un homenaje al elemento femenino, pues en esa época se agradece la fertilidad de la tierra, de las plantas y de las mujeres.

Esa es la temporada perfecta para danzar en agradecimiento a la Pachamama por la fertilidad que proviene del vientre de las mujeres. Durante esa temporada la agrupación muestra la tradición de los warmi tukushkas.

En el baile los hombres se visten con la ropa de las mujeres. Los bailarines usan anacos negros, camisas blancas, bayetas rojas y los pies descalzos. Todos bailan uniformes mientras cantan coplas.

Las mujeres llaman su atención con coloridos trajes fucsia que contrastan con su delantal verde. En la coreografía rememoran los festejos, la preparación de la comida y el enamoramiento de las parejas durante la celebración.

“Representar nuestras tradiciones y filosofía es abrir una ventana a la comunidad en la que vivimos. Queremos que la gente de nuestra provincia nos conozca, sepa que existe una pequeña comunidad llamada San Miguel de Quera”, afirma María Gualla.

La semana pasada los comuneros bailaron en honor a Fernando Daquilema, quien nació en San Miguel de Quera y es considerado un héroe por todos los puruhaes pues organizó el primer levantamiento indígena en 1871 y meses después fue fusilado.

El baile se realizó también como un reconocimiento a los técnicos del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, pues entregaron 77 documentos originales sobre el levantamiento en contra de la explotación y otros que detallan la vida de Daquilema.

Todos los habitantes de esa comunidad, perteneciente a la parroquia Cacha, a 40 minutos de Riobamba, se reunieron para mirar la fotografía original de Fernando Daquilema. “La mejor forma de recordarlo es bailando, como una muestra de que su legado sigue presente”, dice Toalombo.

En la plaza central de esa comunidad se edificó una efigie en honor a Daquilema. La estatua lo muestra con los brazos levantados y vistiendo el traje originario de Cacha, un pantalón blanco, con poncho negro y una faja kawiña.

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