Anabel Sánchez tiene 69 años y quedó viuda a los 65, desde entonces navega en Internet y usa redes sociales con la misma habilidad que la de un joven de 20 años. “Hablo con mis amigas así y pongo fotos de los viajes. Es bueno porque me acompaña”, comenta Anabel. Tiene 30 amigos en Facebook y 7 seguidores en Instagram.
Todos los días publica algo en la red. Comparte fotografías de reuniones familiares, viajes que hace sola o con sus amigas, mensajes sobre el amor y la paz, noticias del mundo, entre otros.
Un estudio en el Centro de Investigaciones Pew en Estados Unidos mostró que del 81% de adultos mayores que usan Internet, 52% utilizan redes sociales. Algo que llama la atención de este estudio es que también se registra un decaimiento en la cantidad de usuarios jóvenes de las mismas redes, en especial Facebook.
Jimena Fuentes, de 72 años, usa las redes sociales para comunicarse con sus familiares que viven lejos. A su sobrina Estefanía le envía mensajes todas las semanas :”que tengas una buena semana mi querida Estefy”, publica en su muro casi religiosamente los domingos en la noche. Con las aplicaciones de Facebook e Instagram descargadas en su teléfono móvil le resulta fácil estar conectada siempre.
Facebook es una red social que permite estar al tanto de las noticias relacionadas a las personas que conocemos. Instagram, por su parte permite compartir fotos de momentos especiales y Twitter es una red donde se comparten ideas y pensamientos más que emociones e interacciones personales. La mayoría de usuarios desde 65 años en adelante prefieren las redes que permiten comunicarse con otras personas directamente, de acuerdo con el mismo estudio.
En pleno auge de la era de la comunicación y la información, la ola de las redes sociales ha llegado a públicos diversos y los adultos mayores no son la excepción. La tendencia de estar siempre conectado e interactuar de forma virtual con otras personas no da señales de terminar.