El actor ecuatoriano Alfredo Espinosa fue electo para interpretar al presidente del Ecuador en la película 'La cordillera'

El actor ecuatoriano Alfredo Espinosa (primero a la derecha en segunda fila) obtuvo un papel para interpretar al Presidente del Ecuador en la película 'La cordillera'. Foto: Captura YouTube

El actor ecuatoriano Alfredo Espinosa (primero a la derecha en segunda fila) obtuvo un papel para interpretar al Presidente del Ecuador en la película 'La cordillera'. Foto: Captura YouTube

El actor ecuatoriano Alfredo Espinosa (primero a la derecha en segunda fila) obtuvo un papel para interpretar al Presidente del Ecuador en la película 'La cordillera'. Foto: Captura YouTube

La quinta edición del Festival Latinoamericano de Cine de Quito se inaugura el martes 5 de junio con la proyección de ‘La cordillera’, un filme del guionista y director argentino Santiago Mitre.

La cinta se desarrolla en el marco de una cumbre de presidentes latinoamericanos, donde Ricardo Darín interpreta al Primer Mandatario del Argentina, quien se debate entre un conflicto familiar y político, que pondrá a prueba su integridad.

En la proyección, que se realizará en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura a las 19:00, también está prevista la presencia del actor y escritor Alfredo Espinosa, quien verá por primera vez la película en la que obtuvo un papel secundario, pero que le ha dejado una de las mejores experiencias en su trabajo como actor.

¿Cómo llegó a ser presidente del Ecuador en ‘La cordillera’?

Fue un casting. Tenía mi texto de dos o tres páginas aprendido de arriba abajo y mi personaje muy bien estudiado, con cuatro o cinco posibilidades de representación en distintas tonalidades. No sé cuánta gente hizo el casting, pero creo que la clave para lograr algo así es la responsabilidad con tu propio trabajo.

¿Qué tiempo le dieron para preparar el casting?

Entre que me enviaron el texto y la prueba pasó solo un par de días. Una de las ventajas es que me enviaron el texto. Aquí (en Ecuador) generalmente no se comparten los libretos y en el casting, se pide improvisación. Pero la improvisación es una técnica, una acción teatral que tiene una enorme complejidad. Hice lo que hay que hacer, estudiar el texto, desglosar sus partes, entender la dirección del discurso, imaginar qué tipo de personaje era, ir con el vestuario adecuado, etc.

Después de haber sido elegido como Presidente del Ecuador, ¿sabía con qué otros colegas se iba a encontrar en el rodaje?

No tenía la más mínima idea. Solo sabía que era una película en Argentina y que iba a hacer un papel pequeño representando a un presidente del Ecuador. Pero la sola idea de salir de aquí para hacer una película en el extranjero, es una motivación más que suficiente.

¿Este es el primer proyecto de largometraje que realiza en el extranjero?

En el extranjero sí, pero no es el primer largometraje internacional. Trabajé en la coproducción entre Canadá e Inglaterra que se llama ‘The Summit’, que se produjo en Ecuador.

¿Ha rechazado algún papel cinematográfico?

Gané el casting para el personaje principal de un ecuatoriano en la película ‘Prueba de vida’, pero rechacé el papel porque la oferta económica era muy mala, teniendo en cuenta que era una producción con suficientes recursos.

¿Cómo fue el encuentro con el resto del elenco de ‘La cordillera’?

Llegué con mucha emoción. No sabía que el elenco estaba conformado por lo más granado de los actores de cada uno de los países que participaban en una cumbre de países petroleros que da origen pretextual a la trama de la película. Al llegar a la locación de rodaje en Chile, vi a un tipo muy parecido a Darín. En mi emoción me acerqué y me presenté, pero resulta que no era el actor argentino. Después me enteré que también iba a trabajar junto con Daniel Jiménez Cacho, un actor mexicano que siempre he admirado y otros actores como Leonardo Franco, de Brasil, Paulina García, de Chile, Dolores Fonzi, de Argentina; Christian Slater, de Estados Unidos, entre otros. Fue muy lindo saber que yo estaba representando en ese mismo nivel al Ecuador y sobre la base de una selección en casting.

Sin revelar ‘spoilers’, ¿cómo fue la experiencia del rodaje?

En Valle Nevado, Chile, grabé escenas relacionadas con la llegada de los presidentes a esta cumbre de países petroleros. Eran escenas de ambientación más que de conflicto y tenía la ventaja de que a más de 3000 msnm caminaba como si estuviera en mi casa, mientras que algunos actores se desmayaban por la altitud. En el segundo viaje grabamos escenas en Buenos Aires y en Bariloche. Allí grabé escenas con texto, aunque son pocas porque hago un personaje secundario dentro de una película que tiene muchas presencias coprotagónicas.

¿Qué tipo de personaje es Darín en el filme?

En el guion, el personaje de Darín era como una especie de Mujica que se iba transformando hacia un genio del mal. Ningún presidente representaba una cara pública conocida, sino más bien el espíritu latinoamericano que recorre y atraviesa nuestra historia en los últimos años, en relación con el petróleo y la política internacional que está plagada de corrupción. La otra línea dramática de la película es la oscuridad misma del personaje. Esta especie de patrón de conducta que está asociada al mal, mediante una fórmula psicopática y sociopática, que estaría a la base de cualquier personalidad política.

¿Después de confundir a Darín con otro miembro del equipo, pudo conocer al protagonista?

Lo conocí poco. En el transcurso del rodaje, que para mí duró dos semanas, tuve unas cuatro o cinco conversaciones personales con Darín y hablamos de política y cine. Tuvo una actitud bastante amable y humana, nunca de estrella. El día en que me tocaba grabar una escena sobre una junta de presidentes, era uno de los pocos actores que tenían diálogo en la película, lo que me provocó gran expectativa. Proyecté el discurso a partir del primer matiz que había construido para el personaje. Cuando termino el discurso se hace un silencio absoluto en la sala, que duró unos segundos. El director, por alguna razón no cortó la toma y de repente escucho que alguien a mi derecha empieza a aplaudir y era Ricardo (Darín), que se pone de pie y dice mientras aplaudía: “carajo, qué voz de este tipo, qué personaje”. Fue un reconocimiento muy emocionante.

¿Si Darín se lanzara para presidente votaría por él?

300 veces, porque lo que necesitamos en la presidencia de la república de cualquier país latinoamericano es el perfil de un gran estadista con altos niveles de formación, aunque generalmente no van acompañados del mismo nivel ético, o necesitamos un personaje con un gran nivel ético y una gran inteligencia que pueda rodearse de gente que le haga tomar decisiones correctas. La clave no está en el manejo de la macroeconomía, sino hacerlo limpiamente y con decencia para lograr el bien común. Por eso votaría por Darín porque se ve que es un hombre limpio, decente y cristalino como para rodearse de gente que podría ayudarle a hacer un buen gobierno.

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