A mantener una buena postura

Conozca los problemas de columna por malos hábitos de postura y aprenda cómo evitarlos.

Meter el estómago, levantar la cabeza, sacar pecho y cola. Esta es una orden que suele dársele al cuerpo para que asuma una buena postura, pero en muchos casos no se mantiene más de cinco minutos. ¿Por qué? La dificultad para llevar una postura erguida está en que sus causas van más allá de una cuestión temporal y en que depende del desarrollo del cuerpo durante la vida, y de la mente y las emociones. En esta medida, ¿qué es la buena postura y cómo se adquieren los vicios corporales?

El doctor ortopedista Alfonso Díaz explica que "la postura corporal es la ubicación del cuerpo en el espacio y está influenciada por el entorno cultural, familiar, social y psicológico". Siguiendo a Díaz y viendo el cuerpo humano de frente, en la postura ideal los dos hombros deben estar en el mismo nivel. La cabeza debe mantenerse erguida, sin torcer el tronco, y las extremidades inferiores deben tener el peso repartido en 50-50.

Formación y aparición de vicios

Javier Daza Lesmes, fisioterapeuta de la Universidad Nacional y autor de la investigación Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano, señala que "el cuerpo humano tiene la capacidad de ajustarse a diferentes tipos de posturas para garantizar la estabilidad en el movimiento". Por eso una persona puede moverse, bailar o caminar.

De ahí que "la buena postura debe ser dinámica. El cuerpo debe organizarse de la mejor manera para pasar de una acción a otra", dice Lea Kaufman, profesional del método Feldenkrais, una práctica de educación somática que trabaja mente y cuerpo. Según ella, una buena postura se define porque se mantiene sin esfuerzo, no existe resistencia ni tensión muscular si se hace un movimiento a partir de esta y es susceptible de reversarse, y la respiración es libre.

Esta buena postura se ve afectada durante la vida. En su desarrollo normal, los niños sostienen la cabeza desde los dos meses, se sientan a los seis, gatean a los ocho y caminan al cumplir un año. En estos procesos el cuerpo experimenta y busca la manera más natural de moverse en el espacio contrarrestando la fuerza de gravedad.

Durante este aprendizaje pueden aparecer "actitudes que la alteran y se convierten en vicios", explica el ortopedista Díaz. Por ejemplo, si un adolescente ve televisión desparramado en un sofá y mantiene los hombros hacia adelante, esto es un hábito dañino. En estos casos, apenas se detecte el problema se debe acudir a un especialista: "Lo importante es que los padres detecten a tiempo los vicios de postura y acudan a un experto para que no se conviertan en hábito", explica Díaz.

Existen varios problemas de espalda que pueden tener su origen en vicios de postura, pero hay tres que son más frecuentes: la cifosis o joroba, que aparece por falta de ejercicio o cuando una persona permanece encorvada mucho tiempo; la lordosis, que aparece cuando se hace una excesiva inclinación de la pelvis hacia adelante y que en ocasiones se hace presente en embarazadas, sin mayores repercusiones; y la escoliosis, que no tiene una causa conocida, pero que en casos extremos puede requerir cirugía o el uso de corsés para enderezar la espalda.

Escoliosis

Es una deformidad anormal de la columna en la que la espalda asume forma de C o S y generalmente aparece en la infancia y en mujeres. Aproximadamente tres de cada cien personas tienen algún tipo de escoliosis.

Lordosis

La curva de la espalda baja se acentúa, la pelvis se empuja en exceso hacia adelante y la cola hacia afuera. Los músculos del abdomen y los glúteos son débiles, y existen problemas de sobrepeso u obesidad.

Cifosis o joroba

La persona se encorva hacia adelante. Aparece cuando permanece sentada durante mucho tiempo o por ausencia de actividad física regular.

A mantener una buena postura

Lo primero que debe hacer una persona que detecte un problema postural es ir al especialista. Claro que esto se puede prevenir con ejercicio regular, practicando yoga o métodos de educación somática como Feldenkrais. Lo más importante es ser consciente de la manera como se lleva el cuerpo en cada momento y corregir el movimiento cuando no sea adecuado.

Estas son recomendaciones de expertos:

Un ambiente de trabajo adecuado. Si trabaja frente a un computador, es necesario tener una silla con espaldar que le permita tocar el suelo, y que la pantalla esté a la altura de los ojos. Además, que pueda tener los codos en una superficie firme.

Decir adiós al sedentarismo. Una persona que hace ejercicio difícilmente adquiere vicios de postura. Por eso es clave realizar actividades físicas en las que se trabajen músculos abdominales, glúteos y hombros.

Evitar la obesidad. La buena alimentación y el control del peso son claves.

El lenguaje del cuerpo

Existe una relación directa entre la postura y la actitud. Un estudio de la Universidad Marshall (Estados Unidos) encontró que quienes mantenían una buena postura tenían menos dolores lumbares y aumentaban su autoestima.

Por su parte, Martín Morris, maestro de power yoga, asegura que "la vida de una persona se refleja en el cuerpo, cómo es emocional o mentalmente". Alguien deprimido, por lo general, tiene hombros caídos, mira hacia abajo y la espalda encorvada. En cambio, una persona confiada tiende a llevar los hombros hacia atrás y la espalda muscularmente activa para tener una postura dinámica.

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