1 850 maestros de Azuay son evaluados

Cuando sonó la sirena para el Lunes Cívico (07:15), los 10 aplicadores de la Universidad de Cuenca ya estaban en las aulas de la escuela Alfonso Cordero, en el Centro Histórico de la capital azuaya. Su tarea, ayer, fue evaluar a los 32 maestros del plantel. Desde el inicio de la jornada se notó nerviosismo entre los docentes que fueron evaluados en esta primera etapa por padres de familia, alumnas y compañeros maestros del mismo centro educativo. Todo bajo la vigilancia del aplicador.Primero, el turno fue para los padres de familia, a quienes las autoridades del plantel les convocaron con antelación y al azar. 10 representantes por cada uno de los 24 grados. Cada uno calificó los conocimientos y el desempeño básico del maestro que instruye a su hija.En el plantel se educan 860 niñas. Para las pruebas se ocuparon las mismas aulas en las cuales se forman las alumnas. El cuestionario incluyó preguntas sobre el comportamiento del maestro, si existe maltrato y si se hace entender en las clases. Así lo refirió Daysi Peralta, de 10 años, alumno del sexto de básica.Hubo un examen práctico. En el sexto de básica, la maestra Lioba Navas empezó su clase de Cultura Estética con la narración de un cuento para finalmente explicar sobre el reflejo de luces y sombras en los objetos. Así consiguió la participación de sus alumnas.Su compañera Alexandra Lupercio y la aplicadora Victoria Jarrín fueron las evaluadoras. Ambas calificaron el desempeño de Navas. Para la primera, las evaluaciones obligan a estar en constante formación.En Azuay, la evaluación interna por 50 puntos será hasta mañana e incluye a 152 escuelas y colegios, con 1 850 docentes. La evaluación externa por los restantes 50 puntos será el próximo sábado y se centrará en las materias básicas.

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