Si Diego Parra, de 17 años, no hubiera dejado la escuela, hace nueve años, hoy cursaría el segundo año de bachillerato. Pero por ahora su prioridad es el trabajo: él descarga frutas y quintales de papas de los camiones que llegan al mercado Mayorista, en el sur de Quito.
El joven de cabellera oscura y piel canela nació en Latacunga y llegó a la capital cuando tenía 8 años con su padre y su hermano David. “No voy a la escuela porque no tengo tiempo”, dice mientras ayuda a Edwin, de 13, a trasladar papayas a una camioneta.
fakeFCKRemoveLa necesidad de trabajar es una de las razones por las que el 45 % de estudiantes, entre 15 y 17 años no asistieron a clases en el 2009. Así lo señala el informe de Educiudadanía de mayo 2010, sobre el cumplimiento del Plan Decenal de Educación (PDE). Otras razones son la falta de recursos y el poco interés de los jóvenes.
Parra trabaja en el mercado y gana USD 15 diarios. Por ahora, estudiar no está entre sus planes. Tiene que apoyar a su padre, que es chofer de un carro, y a su hermano, quien también dejó el colegio al llegar al primer curso.
El objetivo al que apunta el PDE es que hasta el 2015, el 75% de los jóvenes se matricule en el bachillerato en las edades indicadas. Pese a que desde el 2006 al 2009, la cobertura se elevó del 47,9% al 54,8%, la meta para el 2009 no se cumplió. Esta era del 56,9%.
La ministra de Educación, Gloria Vidal, explica que tuvo un foro con jóvenes en el 2009, para encontrar las razones de la deserción escolar en el bachillerato. “Les atrae el mundo del trabajo. Ahí encuentran más incentivos. Sienten que no les aporta en nada seguir en la escuela”.
Otro de los motivos es que cuando deben elegir una especialidad para el bachillerato hay indecisión. Para evitar eso, la funcionaria señala que se creará un nuevo bachillerato: no habrá una especialidad, sino materias optativas. Este se iniciará en el 2011 en el régimen Sierra y Amazonía.
De esta manera se buscará ampliar la cobertura del bachillerato y así cumplir con una de las Metas 2021, que el país acogerá oficialmente hoy (ver nota adjunta).
Mientras que para lograr que los desertores vuelvan a la secundaria, una alternativa es el Bachillerato Acelerado. Se trata de una propuesta similar al Ciclo Básico Acelerado (CBA), que funciona actualmente en los colegios municipales de Quito. Este, en cambio, intenta captar a los alumnos que dejaron de 8vo a 10mo.
Con el CBA, los estudiantes terminan el ciclo básico en un año y luego pueden seguir el bachillerato, bajo el sistema regular. Silvio Benavides, coordinador de este programa en el colegio Benalcázar, explica que sus estudiantes desertaron por embarazos prematuros, pérdida de año, migración, adicciones, trabajo, etc.
Pese a que muchos desertan también hay quienes vuelven a las aulas. Érika (nombre protegido), de 16 años, cuenta que hace dos años se fue de la casa y dejó el colegio. Durante un año vivió con su novio, de 21. Luego, la Policía la encontró en una discoteca y la llevó a la Fundación Nuestros Jóvenes, donde recibió una rehabilitación por ocho meses. Volvió donde sus padres y optó por el CBA. “Quiero superarme”, dice la joven. Quisiera estudiar Biología Marina en la universidad, pero sus padres no tienen los recursos.
Las ganas de terminar el colegio también motivaron a Andrés Morales (19). Este, en cambio, se retiró en décimo de básica, porque prefirió el fútbol a los estudios. Pero en septiembre decidió entrenarse en las mañanas con la Sub 20 de la Liga Deportiva Universitaria y estudiar durante las tardes.
Marjorie Terán (16) retomó los estudios en Ecuador luego de haber migrado a Europa dos años. Cuando estaba en España, su madre le inscribió en un colegio de allá. “No me acostumbraba y me iban a meter a un reformatorio”. Ahora vive con su papá en Quito.