Cargar los equipos médicos, asistir a la gente en un desastre, estar al filo del peligro y, al mismo tiempo, mantener los nervios templados. Eso y más es parte del trabajo de los miembros de la Cruz Roja Ecuatoriana.
“Por supuesto que tenemos miedo, pero debemos comportarnos como técnicos”, dice Hugo Cahueñas, del programa de principios y valores de la Cruz Roja Ecuatoriana. Él fue a Puerto Príncipe después del terremoto que arrasó Haití, en enero pasado. “Vivimos varias réplicas”.La de Haití es una de las miles de experiencias que ha vivido la Cruz Roja, que se instaló en el Ecuador hace 100 años.
El movimiento está de cumpleaños y lo festejará mostrando su trabajo. Fue el 22 de abril de 1910 cuando la Sociedad Médico Quirúrgica de los Hospitales de Guayaquil creó la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en el país, en respuesta a la amenaza de un conflicto entre el Ecuador y el Perú.
La institución ya existía en el mundo, durante la guerra franco-prusiana, en 1859. Allí surgió la idea de asistir a los heridos. Hoy, el movimiento tiene sedes en casi todos los países.
En Ecuador existen unos 4 500 voluntarios. Colaboran con los afectados por inundaciones, deslaves, erupciones y otros desastres. Además, desarrollan proyectos con la comunidad.
Uno de los voluntarios es David Castellano, de 25 años. Cuando tenía 15 llegó a la Cruz Roja por una calificación del colegio. “Iba a perder el año en educación física y necesitaba hacer un servicio especial. Me gustó y me quedé”.
Actualmente trabaja en el área de jóvenes. Los temas de VIH/sida, la cultura de paz, drogas y la salud reproductiva están entre las prioridades. “Ser parte de esto no solo significa saber de primeros auxilios ni que te saquen sangre”, explica Castellano.
El movimiento desarrolla cuatro programas en el país: socorros, salud, difusión y juventud. En esta última también está Alexandra Vicente. Ella opina que ser parte de la Cruz Roja es tener una familia para ayudar a los demás y a sí misma. “Adquirimos conocimientos que no te enseñan en la universidad”.
El sentimiento de servicio es lo que mueve a los voluntarios y demás miembros de la Cruz Roja. Allí también trabajan especialistas en diversas áreas médicas.
Victoria Mejía, psicóloga, viajó a Chile durante tres semanas, el mes pasado. Junto a integrantes del movimiento de España, Colombia y Nicaragua, dio apoyo psicosocial a los damnificados del terremoto y del tsunami en ese país. Refiere que estuvo con grupos vulnerables como niños y personas de la tercera edad.
Y para ayudar, los voluntarios no se fijan en el color de la piel ni en las creencias. “Trabajamos para los más vulnerables, movilizando el poder de la humanidad”, concluye Castellano.
El 18 de marzo pasado se emitió un sello postal con motivo de los 100 años de la Cruz Roja Ecuatoriana.
El martes 20 se proyectará el documental de la Cruz Roja Ecuatoriana. El video fue realizado por Patricio Carrillo y recoge testimonios y relatos de varios miembros del movimiento en el país.
El documental se presentará en el cine Ocho y Medio (Valladolid y Vizcaya), en Quito, a las 18:00. Estarán presentes varios integrantes de la institución. Se prepara la publicación de un libro para los próximos meses.
El 22 de abril habrá una sesión solemne con la presencia de delegaciones internacionales del movimiento. Esto será en el antiguo Hospital Militar de Quito, desde las 18:00.
Una cruzada de homenaje
El andinista José Jijón conquistó la cima de 24 montañas del Ecuador, una por provincia. En cada cumbre dejó la bandera blanca del movimiento. Ese fue uno de los homenajes a la Cruz Roja Ecuatoriana, que celebrará 100 años en el país, el jueves 22.
Para finalizar la cruzada, Jijón subió el martes 13 a una montaña virgen ubicada en Cayambe (Pichincha). La coronó con el nombre de Cruz Roja y colocó la bandera con su emblema.
La escalada empezó el 25 de enero. Jijón estuvo en los volcanes Chiles, Sumaco, Cotopaxi, Antisana, entre otros. Un día antes de cada ascenso, las comunidades aledañas sembraron 100 árboles en las faldas de cada elevación. Fue un acto simbólico por el centenario de la Cruz Roja Ecuatoriana en el Ecuador.