0,034% de la ciencia se publica en Ecuador

Investigadores de la Universidad San Francisco en sus prácticas de laboratorio, en Química. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Investigadores de la Universidad San Francisco en sus prácticas de laboratorio, en Química. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Investigadores de la Universidad San Francisco en sus prácticas de laboratorio, en Química. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El próximo domingo 29 se celebrará el Día Mundial de la Ciencia. Esta fecha genera especial atención para la genetista Paola Leone, presidenta de la Academia de Ciencias del Ecuador, ya que el país apenas aporta un 0,034% de la publicación científica mundial, mil veces menos que Estados Unidos (8,6 millones d e ‘papers’).

Aunque esta brecha resulte abismal, aún más considerando la inversión estadounidense en ciencias, lo cierto es que Ecuador se mantiene por detrás, inclusive, de países de la región. Leone apunta que entre 1996 y 2014 se produjeron 6 371 publicaciones científicas ecuatorianas.

En el mismo período, en Colombia, se escribieron más de 51 500.
Para el físico Édgar Carrera, quien encabeza el índice de científicos del Ecuador más citados en Google Scholar (con 31 130 citas de sus trabajos hasta marzo de este año), uno de los desafíos en el país es encontrar recursos para investigaciones en ciencias básicas. En ese sentido, los gastos que impliquen los trabajos en física, por ejemplo, serían la base para desarrollar computación cuántica de manufactura ecuatoriana.


De acuerdo con el ránking de instituciones SCImago SIR Iberoamérica 2015, entre 2009 y 2013 se produjeron 1 173 publicaciones científicas Scopus (publicaciones indexadas), entre las primeras cinco primeras universidades de este listado: Universidad San Francisco de Quito, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Escuela Politécnica Nacional, Universidad Técnica Particular de Loja y Escuela Superior Politécnica del Litoral.

Para el ingeniero químico Marcelo Estévez, esto es un indicio de que en los últimos años se ha mejorado el número de publicaciones, pero aún el costo de cada una de ellas se mantiene elevado frente a otros países.


Para los científicos del país, una de las problemáticas que existen es la dificultad para acceder a fondos que realmente permitan extender las investigaciones por largos períodos.
La presidenta de la Academia de Ciencias comenta que desarrollar una investigación en el Ecuador cuesta hasta cuatro veces más que en otros países (los montos dependen de la ambición del proyecto).

Uno de los principales factores que propician este hecho es que tanto insumos como maquinaria están gravados con impuestos, como el IVA, el ICE y salvaguardas, que de cierta manera, ralentizan el trabajo, tanto de campo como de laboratorio.
Al hecho de los impuestos se suma otro factor: la falta de alianzas público-privadas.

Leone, quien también trabaja como docente en genética en la Universidad de las Américas, dice que existe un cierto divorcio entre estos dos sectores; una separación que trae consigo problemas en el momento de recaudar fondos.
Estévez, que trabajó con reactivos químicos, cuenta que en más de una ocasión ha debido viajar en su auto para conseguir implementos de laboratorio a precios accesibles en las fronteras de Colombia y Perú.

Para él, estos viajes implican cerca de dos días perdidos que debe autofinanciarse. 
Por su parte, Carrera apunta que es necesario planificar modelos de producción científica que otorguen a los investigadores los derechos para compartir espacios en común. Una especie de circuito de laboratorios y centros de investigación con maquinaria sofisticada y que, además, esté al alcance de todos, independientemente de la institución.

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