El delirio y el despilfarro en cuanto a gestión museal concierne se encuentran en el, así llamado, Museo de Carondelet. Que sea el más visitado en el país se explica, primero, porque no hay entidades mayores en la capital: el proyectado Museo Nacional parece seguir en las nebulosas. Segundo, se encuentra localizado en el epicentro del consumo turístico y en el Palacio de Gobierno, siendo paso obligado de despistados visitantes. Tercero, fue lanzado con bombos y platillos por parte de Correa días antes de que dejara el poder. Su frenesí se explica.
La década del régimen correísta no ha sido “ganada” ni tampoco “perdida” en el campo de la gestión museal, sino todo lo contrario. Diez años sirvieron para la confirmación de tradiciones conservadoras arraigadas en las instituciones oficiales desde el siglo pasado, y, al mismo tiempo, para ampliar el papel de lo cultural como parte de las coreografías del poder estatal. Evidencias de las continuidades descritas --si bien a manera de ruinas en el caso de buena parte de los museos-- se encuentra en el estado actual de los más emblemáticos, los que fueran asumidos por el Ministerio de Cultura después de su deslindamiento de las labores administrativas del Banco Central.
El abogado Xavier Andrade analiza cuál sería la posible estrategia para combatir el consumo de drogas. El especialista explica las situaciones que se deben tener en cuenta para controlar a un adicto.