LA TRATA DE PERSONAS

La trata de personas para la explotación sexual y trabajos forzosos es la cara más tétrica de una especie de esclavitud que persiste en el siglo XXI y que es un mal global. Las investigaciones que presentan organizaciones humanitarias no gubernamentales, basadas en estudios de campo y los datos de Naciones Unidas, muestran algunos aspectos escalofriantes. USD 32 000 millones genera el negocio ilícito cada año en todo el mundo.

La explotación sexual y trabajo forzoso se expresa de modo más duro en sectores vulnerables. 66% de mujeres, 13% de niñas y 9% de niños es el desagregado de las víctimas según las estadísticas del ente corporativo mundial.

La Fiscalía del Ecuador habla de más de 352 casos atinentes a más de 510 víctimas durante el 2012. Al país ingresan jóvenes, la mayoría provenientes de Colombia. Hay mafias binacionales que las explotan sexualmente. Un negocio ilícito y clandestino pero cuya ubicación es clara para vecinos y habitantes de distintas ciudades.

Por eso es que iniciativas de redes de alerta temprana a las personas desaparecidas parecen relievantes. El concejal Marco Ponce divulga la Alerta Karina (con el nombre de la chica recientemente asesinada) para crear una red social e interinstitucional que actúe pronto.

La viceprefecta de Pichincha, Marcela Costales, invoca a un trabajo colectivo de capacitación con énfasis en las mujeres por su alta vulnerabilidad. Son pasos alentadores.

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