Si la oposición al actual Régimen quiere tener éxito en la próxima contienda electoral, debe pensar en un período de moratoria política que permita pasar a una etapa de transición democrática.
Una transición que permita recomponer la institucionalidad, la independencia de los poderes del Estado, el rescate de los organismos de control, la reorganización de la Función Judicial; eliminar instancias defectuosas e innecesarias del control político, devolver a la Asamblea Nacional su capacidad de fiscalización y nominación de funcionarios y las leyes que han sido emitidas sin cumplir con requisitos constitucionales.
Para ello, deberán sacrificar en este nuevo período, todas las pretensiones personales, todas las connotaciones ideológicas y las cuotas de poder.
Un proyecto político de salvación nacional, que permita visualizar un nuevo y certero rumbo, bien planificado y con objetivos claros y alcanzables.
Se necesitará del concurso de todos los opositores. Tanto de sus ideas para armar un proyecto político de transición, cuanto económico para impulsar el éxito de la propuesta.