Sus múltiples colores y sencillas estructuras de madera y hierro se conjugan con el azul profundo del cielo y el turquesa de las aguas del mar. Son las toldas y carpas que dan el toque decorativo a seis playas de Manta. Ubicadas en línea recta sobre la arena, son de fácil montaje y desmontaje. Se arman como un rompecabezas de pocas piezas y son utilitarias, pues su sombra cobija a los bañistas cuando el sol pega con fuerza, comenta Fabián Lucas propietario de un conjunto de 15 toldas en la playa Santa Marianita, al suroeste de Manta. La tela que se utiliza es impermeable; ello impide cuando llueve que el agua filtre. Su estructura de madera forma cubículos de 3 m². En su interior se ubican dos sillas playeras cuyos espaldares son a base de tela fosforescente. En playa Santa Marianita el ingenio de los operadores turísticos les permitió fabricar toldas móviles de estructura metálica y lonas multicolores. El turista puede mover la tolda de un lado a otro de la playa; así puede alejarse d