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El Ecuador y la CIDH

El 156º período de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha registrado el retorno de Ecuador a ese organismo con sede en Washington, Estados Unidos. El regreso, sin embargo, no ha estado liberado de la controversia que marca la relación entre el gobierno del presidente Rafael Correa y esa instancia. Esta es uno de los pilares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

La audiencia

El Estado y peticionarios de medidas cautelares estuvieron frente a frente en Washington, para hablar del tema de la protección a los tagaeri/taromenani, minorías que han sufrido dos ataques brutales en una década (2003, 2013). La audiencia resultó penosa, los argumentos insuficientes, largos, improvisados, confusos y desordenados. Muchos discursos vaciados de datos concretos.

Dos visiones waorani se enfrentaron en la CIDH

Los principales dirigentes de la Nacionalidad Waorani del Ecuador (Nawe) mostraron visiones distintas sobre la protección a los derechos de los pueblos en aislamiento voluntario en la Amazonía: los tagaeri y los taromenane. Alicia Cahuiya fue la primera en ser llamada como testigo en el ‘Caso 12.979 Pueblos indígenas en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenani’, que entró en la llamada ‘etapa de fondo’ en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que luego podría pasar a la Corte Interamericana.

Cuatro casos ecuatorianos se tratan en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos

La comisión de mujeres que este lunes (19 de octubre del 2015) será recibida en el tercer día del período de sesiones de la audiencia 156 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó un informe de 87 páginas. En ellas se relatan supuestas intimidaciones, ataques, calumnias, amenazas, injurias, vigilancia y humillación pública para defensoras de los derechos humanos de pueblos indígenas y del ambiente en Ecuador.

Indígena ecuatoriano revela aspectos de pueblos ocultos de la Amazonía

El indígena ecuatoriano Ima Fabián Nenquimo revela en un libro titulado 'Taromenani-Tagaeiri. Los guerreros de la selva', aspectos sobre las tradiciones y los mitos de la nacionalidad waorani y también de los taromenani, uno de los llamados "pueblos ocultos" de la Amazonía de Ecuador.

¿Y las niñas?

Hace cuatro años un bebé de meses fue capturado por el grupo taromenani que atacó a una familia campesina en la selva. En el ataque murieron su madre y dos hermanos. El niño fue arrancado de los brazos de su hermanita. La autoridad de entonces trató de impedir que sus parientes y vecinos fueran a buscarlo. Apareció dos días después, escondido entre las raíces de un árbol, a unos metros del ataque. Los atacantes lo habían dejado ahí, en un extraño gesto de paz en medio del dolor. De no ser por sus parientes, que, en el afán de buscarlo así sea en el fin del mundo contrariando a las autoridades, fueron a buscarlo, el niño habría muerto.

¡Guerra!

Han pasado 16 días desde la muerte de Ompure y Buganey, dos waorani crucificados por las lanzas de los taromenani. Al menos tres expediciones, luego, en procura de vigilancia, búsqueda o venganza. Bulos, rumores de muertes y persecuciones, habladurías que crecen como la espuma en estos días. Y solo una certeza: una guerra silenciosa desangra el Yasuní sin que se hallen los mecanismos adecuados para desactivar la violencia, muy a pesar de las medidas cautelares solicitadas al Estado ecuatoriano desde hace siete años, justamente, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la que ahora se quiere desacreditar.

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