La isla de Sint Maarten, que pertenece de forma compartida a Francia y a los Países Bajos, es tan pequeña que apenas hay lugar para que entre un aeropuerto internacional. Por eso, la pista principal del Princesa Juliana comienza a escasos metros del mar y está pegada a una playa.
Una mujer de 57 años estaba parada a metros de un Boeing 737 en Maho Beach, en la isla caribeña de Sint Maarten. Trató de resistir la fuerza del aire expedido por las turbinas, pero no pudo.