Mike Krumholz, un estadounidense de 21 años, se despertó de una siesta de 40 minutos sin saber la grave infección que se apoderó de su ojo.
Dormir durante un período corto de tiempo (es decir, tomar una siesta) puede ayudar a mitigar las deficiencias en el procesamiento cognitivo causadas por falta del sueño, pero hay investigaciones sobre los efectos de las siestas breves.
Muchos creen que acostarse para dormir es una actividad inofensiva. Pero los científicos muestran que echarse la siesta durante más de una hora podría ser negativo, según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés).
Desde 1999, cada segundo lunes de marzo en Estados Unidos se celebra el Día Nacional de la Siesta, una creación del profesor de la Universidad de Boston, William Anthony, Ph.D., y su esposa Camille.
Una investigadora de la Universidad de Delaware (Estados Unidos) ha analizado la relación entre la siesta y la función neurocognitiva en los primeros adolescentes, confirmó que esta práctica puede ayudar a su rendimiento en la escuela.
Un bebé de 19 meses murió por insolación el martes 15 de agosto de 2017 en el oeste de Austria después de que su madre lo dejara varias horas en un automóvil para ir a dormir ella misma una siesta, informó el jueves 17 de agosto la policía.
Si ya nos cuesta levantarnos por las mañanas, sabemos el esfuerzo extra necesario para aguantar después de almuerzo. En el colegio, la universidad o en el trabajo, es difícil mantener la concentración después de comer. Sientes como tus párpados pesan y la cabeza se balancea de un lado a otro, un segundo que cierras los ojos y ya te pones a soñar.