La embajadora Carol Delgado agradeció ayer el apoyo brindado a sus compatriotas. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El camino para restablecer las relaciones bilaterales es largo. Carol Delgado, embajadora de Venezuela en Ecuador, salió ayer, viernes 19 de octubre del 2018, del país junto a 93 de sus compatriotas, en un vuelo financiado por el gobierno de Nicolás Maduro.
La encargada de negocios de Ecuador en Venezuela, Elizabeth Méndez, también fue expulsada y arribó ayer a territorio nacional, tras ser llamada a consulta por la Cancillería.
Con el impase venezolano, el país afronta su tercer quiebre diplomático en 10 años.
El antecedente más cercano ocurrió en abril del 2011. En ese año, el expresidente Rafael Correa declaró persona no grata a la embajadora estadounidense Heather Hodges, tras la filtración de un cable de WikiLeaks, en el que se hacía referencia a supuestas irregularidades en el nombramiento de un jefe policial. En esa ocasión, Ecuador instó a la diplomática a que abandone el país.
Como réplica, Washington declaró persona no grata al entonces embajador ecuatoriano, Luis Gallegos, al tiempo que pidió su salida de territorio norteamericano.
Tuvieron que pasar 13 meses para que el Congreso estadounidense diera vía libre para designar a Adam Namm, en reemplazo de Hodges.
Quito, en cambio, nombró a Nathalie Cely como la nueva embajadora en Washington.
Otro caso ocurrió el 1 de marzo del 2008. Ese día el ejército colombiano cruzó los límites fronterizos y bombardeó un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en Angostura. En la incursión murió Raúl Reyes, segundo al mando en esa guerrilla.
Rafael Correa dispuso la expulsión inmediata del embajador colombiano, Carlos Holguín. Y retiró a Francisco Suéscum, representante diplomático de Ecuador en Bogotá.
Las conversaciones con el expresidente colombiano, Álvaro Uribe, no llegaron a buen término y las relaciones no se restablecieron durante el resto de su período de Gobierno.
Cuando Juan Manuel Santos llegó a la Presidencia, en agosto del 2010, el reencuentro bilateral tomó forma. Tras 33 meses del bombardeo, Santos confió la Embajada de Ecuador a Fernando Arboleda. Correa designó a Raúl Vallejo como su representante.
Sobre el reciente quiebre con Venezuela, el exembajador Hernán Holguín cree que para que vuelvan a la normalidad las relaciones, se tiene que alcanzar un acuerdo mutuo.
Pero advierte que no se avizora que eso ocurra, al menos en el corto plazo. “La posición venezolana fue grave e hiriente. Y la respuesta ecuatoriana, de expulsar a la embajadora, es una medida fuerte”, indicó.
La excanciller Nina Pacari sostuvo que lo importante ahora es no agudizar más la ruptura de relaciones.
Ambos expertos creen que no será posible la intermediación de organismos internacionales, por la posición que adoptó el régimen venezolano en torno a la crisis migratoria.
Pese a la expulsión de los dos diplomáticos, las relaciones consulares en ambos países no han sido suspendidas. Ayer, la atención en la embajada de Venezuela en Quito se cumplió con normalidad. La atención es de 08:30 a 12:30. Ahí se pueden hacer 28 trámites.
Una fuente de la Cancillería manifestó que los trámites para los cerca de 90 000 ciudadanos ecuatorianos que residen en Venezuela se mantienen, tales como las autorizaciones de viaje para menores de edad, declaraciones juramentadas, certificaciones y testamentos.
De la misma forma, pasaportes y salvoconductos, inscripciones de nacimiento; partidas de nacimiento, matrimonio y defunción; certificado de datos de filiación y el servicio de empadronamiento para voto en el exterior.
El canciller José Valencia confirmó ayer que las relaciones bilaterales están en un nivel “bastante bajo”. En esa línea, pidió respeto a las autoridades ecuatorianas. Además, advirtió que el país continuará ofreciendo ayuda humanitaria a los ciudadanos venezolanos.