Estudio revela que un tercio de los tiburones, rayas y quimeras se encuentra a día de hoy en "un peligro de extinción sin precedentes".
Las rayas águila crecen despacio, tienen pocas crías y su migración aún es un misterio.
La sobrepesca está llevando al borde de la extinción a los tiburones y las rayas, cuyas poblaciones han disminuido en un 75% desde la década de 1970, según un estudio internacional publicado en la revista Nature.
A menudo en los documentales de naturaleza vemos ataques de depredadores, como leonas que cazan gacelas o tiburones que atacan inmensos bancos de peces. En ambos casos, los animales amenazados coordinan sus movimientos, permanecen unidos como colectivo y huyen en una misma dirección pero, ¿cómo lo hacen?.
¿Serán algún día los tiburones tan populares como los delfines? La limitación del comercio internacional de varios tipos de rayas o de pepinos de mar evidencia el creciente interés internacional por la protección de especies marinas, hasta ahora poco conocidas, incluso poco queridas.
Las condiciones geográficas, así como las barreras naturales, han tenido un impacto directo en la diversidad y distribución geográfica de tiburones y rayas en el continente americano. Esto ha influenciado en la marcada diferencia que existe entre las especies que habitan en el Atlántico con las que se encuentran en el Pacífico de las costas de América Tropical. Solo el 37% de los tiburones que están en el primero, también se los puede encontrar en el Pacífico y en el caso de las rayas es el 13%.
La pesca podría representar un problema para las rayas de agua dulce del río Paraná. Un estudio publicado este mes, en el sitio Biological Conservation, muestra una disminución de estos animales en las zonas con mayor presión pesquera.