Una llamada telefónica realizada desde la Policía Judicial (PJ), de Imbabura, alertó a Rafael M. Un agente le dijo que un vehículo supuestamente de su propiedad fue recuperado en Otavalo. Él vive en Quito y cuando habló con los investigadores se sorprendió, pues su auto Kia Sorento, color crema, que lo adquirió hace tres años, estaba parqueado en su garaje.