El programa del poder

Érase una vez un país lejano, cuyas voces del desierto predicaban el apocalipsis del mercado. Ciertos publicistas que andaban de safari escucharon la profecía y decidieron hacerla realidad. Así contrataron a las voces del desierto para escribir el libreto de una serie de TV semanal. Tras el casting respectivo, asignaron el papel de “el elegido” a un fotogénico actor capaz de repetir la profecía del fin del mercado como si él mismo la hubiera escrito. Los publicistas pautaron el programa con tal éxito que lograron adueñarse del mercado de aquel país lejano, diciendo que así lo exigía la profecía.

Suplementos digitales