Enrique Echeverría G.

Ancianos abandonados

Hay actos nefandos que cometen algunas personas sin conciencia, pero abandonar a los progenitores envejecidos, sin poder trabajar y con riesgo de vivir de la caridad no tiene perdón.

2 000 ancianos han presentado solicitud de pensión ante un Juez, usando las normas de la Ley Orgánica del Adulto Mayor, al que solo le faltaba la tabla de la pensión que deben pagar sus ingratos hijos que los han abandonado, o parientes cercanos. Lo revela en este Diario el ministro de Inclusión Social, señor Esteban Bernal.

Para los niños, la ley creó un régimen judicial que posibilita exigir al padre irresponsable e inhumano una pensión de alimentos, que lo puede conducir, en último término, a la cárcel por incumplimiento.

El sistema creado en favor de los ancianos abandonados es similar al de los niños, con la diferencia de que la demanda puede ser presentada exclusivamente por el afectado, sin que nadie pueda exigirle que proceda. ¿Acaso no es una especie de crimen moral abandonar a sus progenitores en estado de extrema necesidad?

El fenómeno no es solo nuestro. Hace tiempo, en New York, un valioso ecuatoriano –señor Oswaldo Orbe Guerra- administrador de un edificio de renta ubicado en York Avenue (sector de Manhattan) me presentó a un anciano quien, cuando hablábamos del tema de familia, expresó: estoy esperando ilusionado la Navidad, porque de todos mis hijos hay solo uno que me llama por teléfono en esa fecha.

Los progenitores cuidaron de sus hijos desde siempre; les procuraron educación y lo mejor de la subsistencia. La madre tiene connotación especial. Recordemos la anécdota del niño que estaba por nacer y se dirigió a Dios pidiéndole que no le permitiera bajar a la tierra, llena de injusticias, dolores e incomprensiones. Dios le dijo: no te angusties, pues para que te cuide y proteja te voy a mandar un ángel: ese ángel es tu madre.

El juez que conozca el reclamo del padre irresponsable, que abandonó a sus hijos, deberá analizar los hechos para atender o no su pedido.

Suplementos digitales