La construcción de los pasos elevados dentro de las ciudades siempre genera molestias y críticas entre los moradores de sectores cercanos y los quiteños no podían ser la excepción.
Para los moradores de la capital, los pasos elevados son una ayuda para el tráfico vehicular, pero también afectan de forma negativa la imagen de un sector. El comercio es otro de las actividades que también preocupa ante la construcción de pasos elevados, según a la ciudadanía.
Preguntarnos sobre la vigencia de los intercambiadores con rampas elevadas es tan cíclico como la mandarina: llega por temporadas. Hoy, con una tensión que aumenta a medida que los bandos ya se toman las calles, los quiteños se preguntan si construir un paso elevado en la plaza Argentina será un acierto o un nuevo error de las autoridades.