Intenté llegar al Salón de la Ciudad, en el Centro Histórico de Quito, para honrar la memoria de ese gran ciudadano que fue Sixto Durán Ballén. No logré el objetivo porque una disposición gubernamental a la Policía Nacional, hizo que los uniformados no dejen pasar a los muchos ciudadanos que tenían mi misma intención. Eran las 09:00 del jueves pasado y a pesar de los argumentos, la vestimenta obscura, el dolor expresado por la gente que quería visitarlo por última vez, los “chapitas” no dejaron circular hacia la Plaza de la Independencia. No logré presentar mi respeto y admiración a ese hombre bueno de corazón, que lo demostró en su extensa actividad terrenal. Fui hasta el Quito Antiguo porque quería honrar lo que usted, Sixto, representó en su accionar político, y por lo todo lo que ejecutó en beneficio de Ecuador.
portiz@elcomercio.org Devuélvanos la Patria, antes una sola y tricolor, no verde aguada, donde no impere el insulto, donde haya cabida al disenso y, por ello mismo, al acuerdo, a la conjunción de varios pensamientos y voluntades diversas. Devuélvanos la visión del bien común, la equidad, la justicia, la igualdad como único norte de la acción de los gobernantes; donde no reine la corrupción y el hambre del bolsillo como el apetecible propósito para firmar contratos en los que se comprometen fondos públicos.
Pocos días después del triunfo de Mauricio Macri y, por tanto, de haberse consagrado como presidente de la República de Argentina, llegué a esa nación.
Preocupan las declaraciones que el Presidente de la República ha realizado en un par de sabatinas. En la del sábado pasado se refirió a lo que ha circulado en las redes sociales sobre Ramiro González. El Mandatario mencionó que se ha dicho que es ladrón, “que devuelva toda la plata que robó”.
Se perdió. Extravió los papeles que los gobernantes deben desempeñar. Se olvidó que un grupo de ecuatorianos lo eligió Presidente de la República, no boxeador, y menos aún, para peleador callejero. Tampoco para que actúe como se lo hacía en el colegio cuando entre estudiantes surgía algún problema: uno de ellos conminaba a otro a encontrarse a la salida para “darse de quiños”, y así solucionar cualquier inconveniente hormonal de la descansada, despreocupada y alegre adolescencia.
Las “mujeres femeninas”, es decir, aquellas damas y agrupaciones compuestas por señoras que suelen estar presentes en los eventos organizados en defensa de sus derechos en todo ámbito de la actividad humana, se han olvidado que Ecuador fue el primer país en Hispanoamérica que reconoció (por no utilizar el término “otorgó”, que no me parece apropiado ni correcto), el sufragio femenino. Esto que ahora señalo lo recordé al finalizar la lectura de la biografía novelada de Francisco Ochoa Ortiz (no es pariente de quien redacta este artículo), obra escrita por la señora Carmen Espinosa Ochoa.
Cuando se lee lo que pasa en Venezuela, se da cuenta que esa República está al borde del colapso social, político, económico. La gente que puede huye de un país en que el poder de unos cuantos ineptos arrasó con la riqueza de una nación que se encontraba, antes de la llegada del golpista de Chávez al gobierno, muy bien ubicada en el contexto internacional: generaba riqueza, había libertades, la pobreza disminuía. Existía seguridad, lo que hoy es una utopía. La mayoría de sus presidentes era gente preparada, con las excepciones conocidas como la del hoy finadito coronel.
Érase una vez un país en donde las leyes eran aplicadas y observadas por la gran mayoría de la gente que lo habitaba, hasta que llegó lo que se autodenominó, pomposamente, Revolución Ciudadana, que durante ocho años de atropellos mandó al traste la institucionalidad de la nación, y consiguió que las leyes expedidas por el líder fueran instrumento de persecución a todos aquellos que discrepaban con sus ideas.
La gente está cansada de la forma como gobiernan el país. Ha tenido paciencia por años. La población protesta. Antes eran pequeñas muestras de inconformidad expresadas a través de una mala palabra; o de un signo obsceno; o en un plantón. Ahora, las manifestaciones en contra de Alianza País y sus líderes se dan casi a diario y en toda la Patria.
¡Qué ofensivas declaraciones contra el pueblo de Quito las realizadas por una asambleísta perteneciente a Alianza País! En una entrevista dijo: “Tuve la oportunidad de estar en la Shyris y yo lo que sentí fue odio, odio en jóvenes bajo los efectos del alcohol, bajo los efectos del consumo de sustancias, odio…”. ¿En dónde habrá estado esta mujer?
En esta época no escuchar las palabras de los papas sería vivir en el mundo, pero no entenderlo. Muchas de las obras y ejecutorias impulsadas por Juan Pablo II cambiaron el planeta y concepciones políticas. Logró que dictaduras se derrumben. A Pablo VI le tocó dirigir la Iglesia en un momento en el cual los feligreses estaban acoplándose a los revolucionarios cambios en la liturgia implantados por su antecesor el Papa Bueno, hoy San Juan XXIII.
Por un hecho acaecido hace 15 días, exactamente el 1 de Mayo, se me vino a la memoria algo relatado en el Antiguo Testamento, en el Libro de Samuel. En uno de los salmos se dice que los filisteos (“individuos de una pequeña nación que ocupaba la costa del Mediterráneo al norte de Egipto”), contaban con “un paladín, el cual se llamaba Goliat… y tenía una altura de seis codos y un palmo” (codo, “medida lineal, que se tomó de la distancia que medía desde el codo a la extremidad de la mano”.
portiz@elcomercio.org El 1 de Mayo, muy temprano, salí a hacer ejercicio por las calles de Quito. Correr a esas horas, sin ruido ni contaminación, y oliendo algo de la naturaleza es un placer. Pues esa mañana del viernes anterior, pasé frente a un par de ministerios y para mi sorpresa encontré dos buses escolares esperando gente que saliera de las oficinas. ¡Obviamente, se subían al bus! Se iban de paseo a la plaza de Santo Domingo, luego de haberse presentado, supongo, en la Dirección de Talento Humano (antes oficina de personal). Las marchas organizadas por el Gobierno (¿cuánto habrá costado a los contribuyentes?) y por organizaciones e individuos no afines a Correa, estaban en proceso. Así, como trabajador de más de 35 años de haber aportado al IESS, y unos cuantos sin hacerlo, decidí caminar hacia la plaza de San Francisco.
Existen reglas de comportamiento y códigos de ética en temas de publicidad. Una norma es aquella por la cual quien promociona un producto no puede compararlo con los de la competencia, y menos señalar la marca del bien o servicio al que se "ataca" en el 'spot' del artículo publicitado. Más grave es cuando para demostrar que el producto de alguien es mejor que el del otro, se engaña. Estos dos temas fueron los que ciertos funcionarios de los ministerios de Obras Públicas y de Transporte, con la colaboración de administradores de la línea aérea Tame, se incumplieron en la “publicidad-promoción” del Ecuador: Primero, comparándolo con otro país (Costa Rica); y, segundo, mintiendo a un grupo de gente que con engaños supuestamente los trasladaron a hacer turismo en ese país centroamericano.
Nunca imaginé destinar este espacio para escribir de una perra asesina, pero creo que en Ecuador, y gran parte del mundo, se están trastocando valores, principios, derechos. Se está creando una cultura en que es más importante un animal que un ser humano. Defender a una perra asesina en perjuicio de un niño muerto en las fauces de un animal, es una barbaridad. Hacer todo un escándalo por la posibilidad de sacrificar a una perra asesina, es olvidarse de los seres humanos, de la inocencia de un niño de 2 años cuya vida terminó al ser atacado por una perra que ahora resulta tiene gente que la defiende cuando esas personas deberían salir a llorar la desaparición de un niño, y acompañar en el dolor a sus padres.
Está de boga hablar de las salvaguardias (“4. Custodia, amparo, garantía”, según el Diccionario de la Lengua Española), y me referiré a este tema. Comienzo recordando que desde 2009 este Gobierno las viene aplicando. En ese año restringió la importación de 647 subpartidas arancelarias. No escribiré de las restricciones entre 2010 y 2014, pero en enero pasado el gobernante estableció salvaguardias a los productos de Colombia y Perú. El viernes anterior las dejó sin efecto y fijó derechos adicionales a 2 800 partidas arancelarias. Al haber incrementado las tarifas arancelarias y, consecuentemente el IVA, el precio de los productos importados será mayor al de hace unos días. La inflación subirá y los ruegos de las autoridades de no elevar los precios, suenan bien, pero son imposibles de acatar. La solución, entonces, será la de no importar, así la inflación no aumenta ni las divisas salen de Ecuador... pero las perchas en los supermercados empezarán a descongestionarse.
Un político serio al pronunciar un discurso recuerda y cita hechos importantes de la historia y a personajes que han sobresalido en una nación. Para ello trae a la memoria pasajes y frases inteligentes, de contenido. Tabaré Vázquez, recientemente posesionado como presidente de Uruguay, hizo mención a una máxima de uno de los héroes nacionales de ese país, José Gervasio Artigas, quien dijo, hace más de 200 años, que “los más infelices sean los más privilegiados”. El doctor Vázquez al recordar este pensamiento destacó la importancia que su administración dará a la gente de menos ingresos. A aquellos que no necesitan limosnas sino plazas de trabajo. No me imagino a un oncólogo de sobriedad y seriedad en su actuar, decir en un discurso que en su gobierno “los pobres coman pan, y los ricos mierda, mierda”. Eso no puede pasar de un estribillo de una canción, para entonarla en una noche de bohemia. La señora ecuatoriana que recibió la presidencia de una de las funciones del Estado, todavía de
Esos ‘talk shows’ gringos son más antipáticos que un diurético”, dijo Rafael Correa, presidente de la República, al referirse a un programa humorístico dirigido por un inglés, no gringo.
Las “malas palabras” no existen. Depende de la intención y objeto que se tuvo al expresarlas. Para lastimar a alguna persona, se utiliza algún vocablo con el significado hiriente. Si se recurre al Diccionario de la Lengua, las “malas palabras” son directas. Describen exactamente su significado, y lo hace sin imaginar que esos términos sean ofensivos. El hombre las convierte en “buenas o malas palabras”.
En la Facultad de Jurisprudencia nos enseñaron que el poder de administrar justicia es independiente. Se lo conoce como jurisdicción, y la tienen quienes conforman los distintos tribunales y juzgados de la Función Judicial, y aquellas personas que por ley se les ha otorgado esa atribución, como son los jueces-árbitros. Esta verdad parece haber sido olvidada por ciertos empleados designados por el Presidente.