Los futbolistas argentinos y Barcelona tienen una relación de amor y odio en la historia del ‘Ídolo del Astillero’. Algunos gauchos se convirtieron en figuras como Carlos Alejandro Alfaro Moreno y otros pasaron con poco suceso como Pablo Lugüercio. Ahora, los toreros volvieron a confiar en otro rioplatense: Andrés Franzoia.
El delantero argentino Pablo Lugüercio tiene una virtud: no es egoísta. No lo es fuera de la cancha y menos dentro de ella.