Las fallas estructurales que afectan el bloque de consulta externa y emergencia del Hospital Pablo Arturo Suárez, ubicado en el norte de Quito, obligaron que estas áreas sean reubicadas.
“El trabajo de una médica implica una dedicación total a los pacientes; más en estos meses de la pandemia, provocada por el coronavirus, que nos han dejado experiencias fuertes", relata Belén Noboa, neumóloga del Hospital Pablo Arturo Suárez de Quito.
El Hospital Provincial General Pablo Arturo Suárez (HPAS), de Quito, conmemoró su cuadragésimo sexto aniversario de vida institucional, el lunes 21 de diciembre del 2020. En este último año, los trabajadores de esta casa de salud han tenido el reto de tratar a los pacientes con coronavirus, debido a que desde marzo se convirtió en establecimiento centinela para covid-19.
Hasta ayer, miércoles 8 de julio del 2020, la capacidad hospitalaria alcanzó sus niveles máximos, en Pichincha. Así, 126 de 127 camas dispuestas para pacientes con coronavirus estaban ocupadas en las unidades de cuidados intensivos (UCI), de los establecimientos médicos a cargo del Ministerio de Salud, entre ellos, el centinela Pablo Arturo Suárez (atención exclusiva de covid-19), Eugenio Espejo y Enrique Garcés.
Un plan para enfrentar el aumento de casos de covid-19 en Quito está estructurado desde los últimos días de febrero. Se designó al Pablo Arturo Suárez, ubicado en Cotocollao, en el norte de la urbe, como hospital principal para la atención de esos pacientes.
Médicos y pacientes del Área de Traumatología del Hospital Pablo Arturo Suárez se quejan por falta de insumos médicos.
La nueva edificación cuenta con 75 consultorios de atención ambulatoria en 33 especialidades y subespecialidades. El hospital está ubicado en San Carlos
Juan Barriga, el primer médico en presentar su renuncia al hospital Pablo Arturo Suárez y la jefatura del servicio de traumatología, confirmó esta mañana que retirará su dimisión.
En los pasillos de la casa de salud, donde ayer renunciaron más de 80 especialistas, caminan pacientes, enfermeras, doctores y personal del Ministerio de Salud. El servicio no se ha suspendido en ningún área. En cada consultorio se recibe a las personas que tenían agendados los turnos para hoy.
El directorio del Colegio Médico de Pichincha se encuentra reunido desde las 19:20 para definir las acciones que tomarán frente a la tipificación del Código Penal.
Los médicos, personal de enfermeras y auxiliares del Hospital Pablo Arturo Suárez, en el norte de la capital, anunciaron su voluntad de renunciar si se aprueba el Código Penal Integral y entran en vigencia los capítulos que penalizan la mala práctica profesional. 150 profesionales de la salud sorprendieron a los pacientes de este nosocomio, parte del Ministerio de Salud Pública, al señalar la medida y exteriorizar su protesta.