Un pensionista británico que sufría desde hace ocho años una degeneración macular en el ojo derecho ha recuperado parte de la visión gracias a la implantación de un ojo biónico. El microchip fue implantado en el centro de la retina que le permite percibir imágenes a través de unas gafas con videocámara.
Pestañear un par de veces para encender las luces de la casa, prender el automóvil, tomar fotos o contestar el teléfono dejarán, en unos años, de ser actividades propias del campo de la ciencia ficción.
Investigadores europeos crearon el primer ojo compuesto artificial inspirado en la mosca Drosophila que ofrece una visión panorámica sin distorsión, según una investigación publicada esta semana en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) de Estados Unidos.
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobó el jueves el primer ojo biónico lanzado al mercado, bautizado como Argus 2, ya avalado por las autoridades europeas y que fue transplantado a unos 60 ciegos en todo el mundo.