Un pequeño barullo interrumpe el respetuoso silencio de la Secretaría de la Facultad de Biología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Son jóvenes alegres y bien comportados que solicitan instrucciones a su dinámico decano, para articular un nuevo desplazamiento grupal a la Estación Científica Yasuní.
La motoniveladora de 15 toneladas de potencia ruge al pasar como podadora sobre el ripio de la plataforma Armadillo, una planicie del tamaño de cuatro canchas de fútbol, en medio de la jungla amazónica del Ecuador.