EL NARCOTRÁFICO ACECHA

La creciente repercusión del narcotráfico y el crimen organizado causa graves secuelas. Muchos de los cientos de casos de sicariato se asocian a las mafias de la droga.

La Fuerza Pública no tiene brazos suficientes para acometer contra el flagelo pese a los esfuerzos que hace la Policía. Más allá de discursos con tono político y el inopinado intento de involucrar a las Fuerzas Armadas en tesis políticas del Gobierno, el Ministro de Seguridad llamó a la patriótica participación de las FF.AA. en la lucha contra el crimen organizado en el discurso oficial en la ceremonia del cambio de mando militar.

El Informe de las Fuerzas Armadas reseña que el narcotráfico y el crimen organizado son un grave problema internacional que afecta a la sociedad y que merece correctivos adecuados, ya que puede desbordar el control gubernamental.

Es imposible desconocer, empero, que la Constitución de Montecristi circunscribe el papel de las FF.AA. hacia el cuidado de la soberanía y la integridad territorial. Tampoco es del caso ignorar que el debilitamiento institucional de la Policía, por circunstancias ampliamente conocidas, no la deja en el mejor escenario.

No cabe soslayar que ante el vigor del combate internacional a las bandas del crimen organizado y del narcotráfico, en especial en Colombia, México y Perú, la penetración ha sido paulatina en el país. Desde Ecuador se embarcan de modo permanente incuantificables cargamentos; para muestra basta la vergüenza de la valija diplomática.

Ecuador debe responder de modo severo antes de que los tentáculos del narcotráfico y el lavado de activos penetren más y sean una batalla perdida que afecte a la sociedad toda. Ahora ya vivimos sus funestas consecuencias.

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