Muisne lleva 15 años de crisis permanente

Muisne

Muisne

Los habitantes sienten el abandono de las autoridades, pues ni siquiera tienen agua para consumo doméstico. Marcel Bonilla / EL COMERCIO

El cantón Muisne no supera sus crisis político-municipal, que empezó en el 2000.

En ese año, la designación por cuarta ocasión de Milton Bucheli como alcalde desató las protestas de los habitantes que no lo dejaron gobernar el cantón por dos años y medio. El Municipio estuvo cerrado todo ese tiempo.
 Luego de Bucheli, quien estuvo 33 años al frente del Municipio esmeraldeño, se designaron a nuevos burgomaestres, pero la crisis continuó, porque ellos también fueron destituidos.


Otro capítulo de esta crisis ocurrió el mes pasado cuando el alcalde Wálquer Vera fue asesinado. Él fue elegido en los últimos comicios de febrero del 2014.
 Lo que sucede en el Municipio se refleja en las calles. Por ejemplo, las instalaciones del Hotel Galápagos -un referente del pueblo hace más de 10 años- están vacías. En su parte frontal cuelga un letrero que dice: “se arriendan cuartos”. Un poco más adelante, en un cartel polvoriento se lee: “restaurante”, que tampoco funciona.


Merlinda Ayoví, una muisneña dedicada a la fotografía, dice que el hotel dejó de recibir turistas, porque ya no llegan. Ella cree que la falta de servicios básicos y los escándalos que sacudieron a Muisne (toma del Municipio, destitución de alcaldes y supuestos actos de corrupción) han incidido en la falta de inversión y turistas.

En estos 15 años, la falta de agua potable no ha sido resuelta y la gente se abastece como puede. Por ejemplo, Miguel Delgado compra agua de un pozo profundo. Lo hace donde Ángela García, quien construyó un pozo de seis metros. Delgado paga 75 centavos por las 10 canecas, que usa para el consumo de su familia.


El sistema de captación de agua fue rehabilitado hace 14 meses, en la administración del exalcalde Paúl Vélez. Tiene 46 años de construido, pero el volumen que entrega no es suficiente. Richard Reina, administrador de la planta, dice que es lo necesario. 


Durante la administración del alcalde Ángel Bernal (2009-2014), quien fue destituido, se contrató la construcción del sistema de agua potable con un crédito de USD 1,7 millones, que otorgó el Banco del Estado. Sin embargo, el proyecto no se concretó, porque el contratista abandonó la obra. 


De USD 900 000 entregados al contratista se recuperaron
300 000, según versión del exalcalde Bernal, destituido antes de terminar su período. 
Otro de los problemas es el estado del sistema de alcantarillado. Por ejemplo, en el sector de Santa Rosa utilizan pozos sépticos, que colapsan con la subida de la marea, ante la falta de la red.

En el poblado de Santa Rosa habitan familias de pescadores. Francisco Castro es uno de ellos. “Estamos en una zona de riesgos, porque con los aguajes las casas corren el peligro de ser arrasadas por la fuerza del mar”.

Según un documento de la administración de Bernal, en el Municipio de Muisne están los proyectos de mitigación y alcantarillado, elaborados con USD 100 000 que entregó el Banco del Estado.

El alcalde Eduardo Proaño, que asumió el despacho el 15 de mayo, dice que el sistema de agua potable para el cantón es una de sus prioridades dentro de su administración.

Uno de los proyectos urgentes del extinto alcalde Vera, asesinado cuatro días antes de que se posesionara, era la construcción de un puente para unir la isla con el continente; ese proyecto también ha sido considerado por Proaño, para desarrollar la isla turísticamente.

Suplementos digitales