EL MODELO

El Gobierno promociona el cambio de matriz productiva como eje de las transformaciones al modelo para los próximos cuatro años. La generación eléctrica y la eliminación paulatina de los subsidios ya son anuncios concretos e importantes.

Sin embargo y a la vez, el anuncio de la explotación petrolera en una parte del Parque Yasuní, perforaba una de las bases conceptuales de la revolución ciudadana, al tiempo que lastimaba el saldo de apoyo de sectores de izquierda que propiciaron las proclamas verdes de la Constitución de Montecristi.

El cambio del discurso, no fue sorpresa para quienes sabían del Plan B desde tiempo atrás. El modelo continúa. El Estado se ha fortalecido y la sempiterna dependencia con productos claves como el café, el cacao, el banano y el petróleo dan continuidad a una dinámica de la que el país no ha podido desprenderse.

Pese a que la diversificación de la economía se aconsejó desde el fin de la dolarización en la práctica la dependencia petrolera continúa sin desconocer los esfuerzos en mejorar la recaudación tributaria. El aparato estatal requiere alimentar el gasto. Durante seis años no se ha optado por la austeridad, por el contrario se ha estimulado la economía desde el consumo. Llegarán recortes en subsidios, y gastos irrelevantes no exentos de impacto y tensión social.

El petróleo en una zona vulnerable vuelve a ser el horizonte que se roba la imaginación.

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