Yo no me siento de 40. Puede ser porque no tengo hijos y eso me hace vivir bastante libre todavía. No tengo una maleta pesada a cuestas. A veces me siento hasta muy joven para ciertas cosas, como tener un hijo, y sé que no es verdad, pero así lo vivo. Por muchos años pensé que no quería tener hijos y nunca busqué tenerlos. Pero cuando cumplí 39 decidí que de pronto sí quería tener un hijo, porque ya mismo cumplía 40 y se me acababa el tiempo y mi reloj biológico me iba a decir: hasta aquí fue.