En Brasil, anualmente unos 50 000 ataques sexuales se registran en este país, aunque la mayoría no son reportados. Hace tres semanas, el video en el que una menor de 16 años aparece desnuda y desmayada tras haber sido atacada en una favela de Río de Janeiro, reveló un fenómeno: las violaciones colectivas y el uso de drogas para someter sexualmente a las mujeres van en aumento y se festejan en las redes sociales.