Ley de Comunicación

En esas fastidiosas cadenas gubernamentales aparecen artistas y escritores ponderando las “bondades” de la famosa Ley de Comunicación, que recién acaba de aprobarse. Para conocer las bondades de una ley debe pasar algún tiempo, lo que no impide hacer ciertas predicciones en su formulación.

No obstante, los artistas y escritores (que entiendo son afines al Régimen de la revolución ciudadana) no advierten que si la ley les abre un espacio, según ellos, por primera vez, vulnera derechos fundamentales de otros ciudadanos consagrados en la Constitución.

Un buen artista o escritor no necesita de una ley para difundir su trabajo. ¿Acaso Julio Jaramillo, Borges, Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez necesitaron de una ley para conseguir la gloria?

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