Lenín moreno

La presencia del señor Lenín Moreno Garcés en el segundo lugar de mando en nuestro país, es una bendición de Dios. Él será una excepción en la historia, en la mente y  en el corazón de los ecuatorianos. El señor Vicepresidente, hombre inteligente, sabio, trabajador, prudente, conciliador, solidario; ancló y basó su gestión de Gobierno en el placer de servir y hacer el bien, especialmente a las personas discapacitadas, compartiendo silenciosamente y aprovechando gustoso su poder, que él lo sabe siempre pasajero, demostrándonos que el poder del verdadero amor es más grande que el amor y ambición y al poder, sabe acertadamente poner en práctica su sabiduría, equilibrando lógicamente el pensamiento al transformar en realidad y convertir en felicidad, en sonrisa, alegría y fiesta la adversidad de los menos favorecidos en su salud y condiciones laborales, forjando así una sociedad más justa y solidaria.

Hubiese sido muy positivo que Lenín Moreno sea nuestro próximo Presidente. Nos habría liberado de la politiquería ambiciosa que actualmente nos hace navegar en un océano de aflicciones, opresiones, inseguridad, inestabilidad, pobreza y falta de trabajo.

Este distinguido personaje deja una extraordinaria e indeleble huella en la Patria. Dios y la vida recompensarán con creces esa magnífica labor y excelente ejemplo, que queda grabado como la verdadera, sincera y única revolución.

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