La leche materna compite con la de fórmula

Alejandra Sánchez, de Oriente Seguros, se extrae la leche dos veces por día, para su bebé Emilio, de 6 meses. Galo Paguay / EL COMERCIO

Alejandra Sánchez, de Oriente Seguros, se extrae la leche dos veces por día, para su bebé Emilio, de 6 meses. Galo Paguay / EL COMERCIO

Alejandra Sánchez, de Oriente Seguros, se extrae la leche dos veces por día, para su bebé Emilio, de 6 meses. Galo Paguay / EL COMERCIO

Con ternura, Karla Vaca amamanta al pequeño Yurak. Lo mira y sonríe. El bebé de 1 año y medio le corresponde, sin dejar de sostener y acariciar el seno de la madre, de 23 años. Sus miradas se funden en el lactario de la Universidad Central.

Ese primer espacio en el centro nació de una iniciativa estudiantil, para impulsar la lactancia en madres universitarias.

La idea surgió en el 2017 de otra madre: Mayra Tandazo, quien está a punto de graduarse de licenciada en Comunicación Social. Dejó la facultad para concentrarse en el embarazo y el parto de Júnior, de 2 años.

Cuando retomó los estudios estaba en la fase de la lactancia. Seguido iba a clases con su hijo, para no dejar de alimentarlo con lo único que un bebé requiere hasta los seis meses. Lo hacía en el aula o en los pasillos. Cuando no lo llevaba se extraía la leche en los baños.

De esa necesidad surgió la sala ‘Kaipimi Kani’ o ‘Aquí estamos’. Es -afirma Tandazo- un “grito de presencia de madres universitarias, que creen en la importancia de la lactancia”.

En Ecuador, solo el 54,6% de los bebés recibe leche materna en la primera hora de vida. Lo detalla la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) del 2012.

El dato más fresco de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (INEC, 2014), dice que la lactancia materna exclusiva hasta el medio año de vida llega al 46,4% de los bebés.

La meta es alcanzar al 64% hasta el 2021. Según el Ministerio de Salud, el país no retrocederá en sus políticas pro lactancia. Eso pese a la supuesta presión ejercida en mayo, por EE.UU., en la Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra, según denunció The New York Times, hace una semana.

Los funcionarios norteamericanos habrían buscado eliminar este ámbito de la protección y apoyo a la lactancia. Al no lograrlo, habrían amenazado con sanciones comerciales y el retiro de apoyo militar.

Eso fue desmentido en Ecuador y también en EE.UU., por el propio presidente Donald Trump. Pero, en un tuit, él también dijo que las madres necesitaban tener acceso a la leche de fórmula por la desnutrición. Eso suena contradictorio, opinó Angélica Tutasi, directora nacional de Promoción de Salud Subrogante.

Ella dijo que al país le inquietan los incumplimientos al Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos.

Una de cada dos madres fue aconsejada, principalmente por médicos (el 72,9%), para alimentar a sus hijos con sucedáneos de la leche materna. Y un 10% recibió muestras gratuitas en las casas de salud.

Esto, entre otros datos, reveló un estudio presentado en agosto del 2017 por el Ministerio del ramo, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef.

Para Salud, recibir una información sobre los sucedáneos versus la lactancia “contraviene un pacto ético y también las normativas vigentes”.

Otro de los incumplimientos está en la publicidad o promoción. En el 68% de puntos de venta investigados se promocionaban las fórmulas y en un 39% hubo ofertas. En las etiquetas “idealizan el uso del producto y declaran propiedades saludables y nutritivas”.

Ante ello, Salud dice que la madre está expuesta a prácticas que desalientan la lactancia, más en zonas urbanas.

Al país ingresan 13 tipos de sucedáneos de leche materna para la alimentación de menores de 3 años. En el 2017 se registró un pico en la importación de esos productos. El monto llegó a USD 32,6 millones, es decir 31% frente al 2016. Lo señalan datos de la Cámara de Comercio de Quito.

Salud, por su parte, mantiene estrategias como el reconocimiento a 21 entidades públicas y privadas como ‘Empresas amigas de la lactancia’. De ellas, cinco son universidades. La adhesión es voluntaria, pero los ministerios de Salud y de Trabajo piensan en la obligatoriedad. En Oriente Seguros y en Produbanco se adecuaron estos espacios para las madres.

Ecuador -reconoce el Ministerio- cuenta con la norma necesaria, pero se requieren mecanismos de sanción. La apuesta es el Código Orgánico de Salud (COS), cuyo análisis para segundo debate está en una comisión legislativa.

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