Poco antes de concluir el 2011, la prensa difundió las escenas del imponente funeral del dictador de Corea del Norte, Kim Jong-il, auto nominado “amado líder” de su pueblo. Las gráficas mostraban una multitud llorosa e histérica que soportando gélidas temperaturas invernales prorrumpía en alaridos de dolor y se arrojaba al suelo. Gráficas elocuentes que invitan a reflexionar acerca de cómo un poder totalitario y tiránico puede envilecer a una población hasta la paranoia.
Dos hombres de rasgos asiáticos filman todo lo que pasa en un pequeño salón de la funeraria Casa Girón de Quito. Ambos visten traje y están a un costado de la imagen de Kim Jong-il, el ‘Amado y Eterno líder’ que gobernó por 17 años Corea del Norte.
El Gobierno ecuatoriano expresó esta noche sus condolencias a Corea del Norte por la muerte de su líder máximo, Kim Jong-il, que estuvo al frente de ese país asiático durante los últimos 17 años.