Los dirigentes de los pueblos indígenas Otavalo, Kayambi, Natabuela y Karanki, en la provincia de Imbabura, participaron este 21 de diciembre de 2020 en una ceremonia por la celebración del Kapak Raymi, conocido también como solsticio de invierno.
La comunidad Salazaka estará de fiesta mañana lunes, 21 de diciembre del 2020, por el tradicional Kapak Raymi.
Con música, danza y la representación de un ritual, los estudiantes de la Unidad Educativa Francisco Flor, en Ambato, desarrollaron la celebración del Kapak Raymi o fiesta de la masculinidad.
Cada 21 de diciembre los pueblos andinos agradecen al sol por la germinación de las semillas y por el inicio de un nuevo ciclo de siembra. En Cuenca y Saraguro, se celebró así el Kapak Raymi con rituales, música, danzas folclóricas y alimentos el fin de semana.
“El Kapak Raymi era una celebración en el solsticio de invierno, había bailes y se bebía chicha. Teníamos nuestra propia cruz, la chakana (puente hacia lo alto). Por eso a los españoles les fue tan fácil conquistarnos”.
Diciembre será un mes ajetreado para el pueblo indígena de Chimborazo. Este año la meta es visibilizar la celebración del Kapak Raymi, una de las cuatro fiestas del calendario andino, y difundirla como un atractivo de turismo cultural de la provincia.
La fiesta de Año Nuevo coincide con el Kapak Raymi, una fiesta andina para celebrar las plantas que empiezan a nacer en las chacras y toda energía nueva, como la que emanan los niños pequeños. Esta celebración está llena de cantos, fiestas y rituales en Chimborazo, donde las comunidades se identifican con la etnia indígena Puruhá.
Para Lilian Taday haber sido designada como Ñusta de la nación Puruhá no tiene que ver con sus atributos físicos, sino con su intelecto. Ella fue electa durante las fiestas del Kapak Raymi y se desempeñará como líder juvenil durante un año.
Los sabios y los apug o líderes del pueblo se concentraron en medio de la plaza Llika Kama de la parroquia Salasaka, en Tungurahua. Sus ponchos negros y pantalones blancos, de los varones, y el colorido de las blusas blancas adornadas con bordados y las bayetas, en las mujeres, contrastaban con la tarde soleada.
Las reservaciones para los rituales andinos, limpias energéticas y baños de prosperidad se duplicaron en el Hospital Andino Alternativo de Chimborazo. Allí se celebra el Kapak Raymi, una festividad que coincide con el fin de año que festeja la cultura occidental.
‘Ñukak kushi wawa, ñukak llakishka wawa’, canta en coro un grupo de estudiantes de la Unidad Educativa Bartolomé de Las Casas, ubicada en la parroquia Salasaka, en Tungurahua.
Los pueblos kichwa Karanki y Otavalo, de Imbabura, celebraron el Kapak Raymi (fiesta de la sabiduría, en español), la última semana. Se trata de una de las cuatro festividades que realizan los pueblos originarios de la región interandina.
A diferencia de los festejos que se realizan en la parte urbana de Riobamba, la Navidad en las comunidades indígenas se celebra con comida típica, bailes y bandas de pueblo. La fiesta representa una simbiosis de las creencias religiosas y la cosmovisión andina.
La introducción de prácticas rituales de los pueblos ancestrales en espacios urbanos requiere una suerte de ‘pachakutik’: una trasformación para un renacimiento, según José Yungan, dirigente del pueblo kichwa en la Costa.