Carros, muñecas, peluches, artesanías, juguetes armables, pelotas, carpas, bicicletas y accesorios para muñecas son parte de la oferta de juguetes que producen artesanos y microempresarios ecuatorianos.
Balones, rompecabezas, soldaditos, meccanos, patines, muñecas y los juguetes que llevan toda la vida seduciendo a los niños libran una batalla contra las tabletas por mantener su espacio. El juguete más vendido en Gran Bretaña en 2013 fue el 'furby', un muñeco de peluche interactivo. Le siguieron dos tabletas, luego las figuritas de Lego y, finalmente, otro robot, este en forma de perrito, según datos de la consultora NPD.
En el parque Calderón de Cuenca, un padre y sus dos hijos jugaban con un trompo el fin de semana. A pocos metros, tres niños -que bordean los 10 años- se concentraban en una partida de canicas. Esta imagen demuestra que aunque los locales comerciales, y la televisión, ofertan Barbie, tanques de guerra a control remoto y pistas de carros con autolavado incluido, los juegos tradicionales como yoyós, baleros, trompos y muñecas de trapo, aún tienen acogida en la capital azuaya. Sonia Cardoso es madre de tres niños. En su casa, en el norte de la urbe, tiene un cuarto de 10 m² donde hay bloques de madera, rompecabezas en espuma flex, títeres hechos con tela, pelotas de caucho, entre otras atracciones. Para esta cuencana, es más didáctico que sus hijos utilicen los juegos pedagógicos alternativos porque incentiva a la imaginación. Mientras que con los otros, los infantes no trabajan la parte imaginativa, señala Cardoso. Para Andrea Tamayo, especialista en pedagogía, los padres deben incentiva