Una avalancha de atletas atraviesa veloz la pista sintética del estadio Olímpico Atahualpa de Quito, por las mañanas. Hay ecuatorianos, africanos, deportistas no videntes, adolescentes que dan sus primeros pasos en el atletismo y otros ya reconocidos. Pero solo uno de ellos conoce la sensación de la victoria en esa pista: Miguel Almachi.