Hace cinco años, al tratar de la política europea, escribí en esta misma página que “hay quienes sostienen que Europa vive un proceso de islamización impulsado por la aluvional migración musulmana a su territorio, que empezó en la segunda mitad del siglo XX y continuó en el siglo XXI, estimulada por las necesidades de mano de obra barata para los procesos de producción europeos, de un lado, y de otro, por los beneficios que la seguridad social de los países europeos ofrece a todos sus habitantes. Y es que, en realidad, como lo afirmó el investigador egipcio Ali Abd al-Aal, el 80% de los musulmanes en los países de la Unión Europea vive de la seguridad social estatal, que es uno de los principales atractivos para la inmigración musulmana”.
El gobierno alemán está preocupado por la imagen que dan en el extranjero las manifestaciones contra la “islamización” de Alemania, aunque la movilización antirracista parece mayoritaria en el país.