El sol era abrasador y caía directamente sobre la cabeza de los jugadores del Independiente del Valle. El sudor rodaba en gotas por sus rostros. Pero a pesar de la inclemencia del clima quiteño, jadeantes, siguieron atentos las instrucciones del técnico argentino Julio Daniel Asad.
Esta imagen se vio ayer en la práctica del club del valle, que busca salvar la categoría. Los futbolistas escucharon al técnico argentino mientras él probaba en una sesión de fútbol a la nómina titular que jugará este sábado contra Universidad Católica, en el doblete programado en el estadio Atahualpa (10:00).El equipo que dirige Asad está en el noveno puesto de la tabla de posiciones acumulada, con 35 unidades. Solo tres puntos hay de distancia con el colista Macará, que tiene 32. Este año, los dos conjuntos que terminen últimos descenderán a la Serie B.
Por lo pronto, ante la adversidad el plantel muestra unidad. Ayer, luego del entrenamiento matutino, todos compartieron un asado con el cuerpo técnico en el sitio de concentración.
Los jugadores planearon la parrillada y reunieron el dinero. Esto sorprendió al entrenador que se mostró sonriente. Tras hidratarse, los futbolistas se acercaron al chozón en donde se veía el humo elevarse al cielo y el olor a carne empezaba a sentirse. Luego, un televisor plasma de 32 pulgadas aguardaba en el comedor para ver el partido de Ecuador.
“Es una situación difícil, pero debemos salvar la categoría. He sido exitoso en los clubes en los que he dirigido y los jugadores lo saben, por eso confían en mí”, expresó el técnico, luego del entrenamiento en el complejo ubicado en la vía a Amaguaña.
Su rival del sábado también pretende evitar el descenso a la Primera B. Los ‘camarattas’ son penúltimos en la tabla acumulada, con 32 puntos.
Con un presupuesto de USD 2 millones, y bajo la conducción del DT brasileño Janio Pinto a inicio de año (hoy en Macará), la proyección del club negriazul era clasificarse a un torneo internacional por primera vez en su historia, según palabras de Santiago Morales, gerente del club.
También se pretende acentuar un programa de proyección de jugadores. Uno de ellos, el delantero juvenil Juan Cazares, está en el River Plate argentino.
El acumular 14 empates, 15 derrotas y apenas siete victorias cambió la visión del plantel y de los directivos, que ahora buscan mantenerse en la A para continuar con el proyecto trazado.
Guillermo Duró, gerente deportivo del club, indicó que la idea es convertir al equipo en una verdadera productora de futbolistas. Por ello, buscan que los chicos adquieran experiencia en Primera para ser ofertados a otros clubes. Jefferson Montero es el último ejemplo de una buena campaña. Él fue figura en el plantel que logró el año pasado el ascenso a la Serie A. Con ello se pudo vincular al Villarreal español.
“Los objetivos de este año cambiaron. La prioridad ahora es mantenernos en la Serie A”, admite Morales. Esta realidad es aceptada por los jugadores.
Uno de ellos es Daniel Samaniego, volante de contención. Él es autocrítico y asegura que parte de este mal momento se debe a los malos resultados que consiguieron con Pinto y Duró.
Ahora, todos confían en que la experiencia del ‘Turco’, como apodan a Asad, los saque de esta situación. Este consiguió los títulos con Olmedo (2000) y Deportivo Cuenca (2004) en el Campeonato Nacional. Y subió a Liga a la Seria A, a finales del 2001, tras una brillante campaña.