Tras la visita al Ecuador del Santo Padre, con una carga de extraordinarios y maravillosos mensajes, llenos de amor, solidaridad, respecto y dignidad para todos, aspirábamos encontrara una nueva y positiva actitud del Gobierno Nacional. Expresiones totalmente descomedidas para un alto prelado de la Iglesia, asimismo, por parte de un alto funcionario del Régimen, lo dice todo: … “Insolente recadero de la derecha…”. ¿Cuál fue su pecado? Pedirle al Gobierno, precisamente, más apertura al diálogo. Reacciones virulentas como estas, no conducen a nada, ni a ningún diálogo, que tanto lo pregonan.