Zein al Sham nació el 25 de junio de 2013 en Estambul. Sus padres son refugiados sirios. “Cuando nació, nos dijeron que teníamos que ir al consulado sirio para que le expidieran un pasaporte. El consulado nos informó de que teníamos que esperar seis meses y pagar 300 euros para obtenerlo. No tenemos ese dinero”, lamenta Hassan Nasser, el padre de la criatura. El pasaporte sirio es un requisito indispensable para que le concedan el permiso turco de residencia a la pequeña. De momento, no tiene ninguno de los dos documentos.