Abuelito, si hubieras sido guerrillero la Gabriela te hubiera condecorado, pero como fuiste militar, tienes que cuidarte porque los que levantan la mano en la Asamblea pueden pedir a un juez “imparcial” que te meta a la cárcel; eso me dijo el menor de mis nietos y tiene razón porque ahora la revolución ciudadana ha cambiado la interpretación del ordenamiento jurídico. En mi tiempo, y de acuerdo con la Constitución y las leyes vigentes los militares teníamos la obligación de impedir que grupos armados que robaban, asaltaban y secuestraban destruyeran el Estado y se tomaran el poder por la fuerza. Se supone que la Asamblea tiene que velar para que se cumplan las leyes que elabora; la verdad es que no entiendo por qué por un lado se penaliza el terrorismo, el sabotaje y la subversión, y por otro se premia a quienes se valieron de esos actos delincuenciales para sembrar el caos y el terror en nuestro país. Aunque mi nieto tiene razón, me siento orgulloso de mi profesión, porque aun en servicio pasivo todavía creo en los valores militares, por eso me solidarizo con mis compañeros que están siendo perseguidos.