Las grasas saludables proporcionan lucidez a personas de la tercera edad

Las grasas saludables también son fuente de energía. Ayudan al organismo a absorber vitaminas. Freepik

Las grasas saludables también son fuente de energía. Ayudan al organismo a absorber vitaminas. Freepik

Las grasas saludables también son fuente de energía. Ayudan al organismo a absorber vitaminas. Freepik

Antes de la emergencia sanitaria, muchas personas de la tercera edad asistían a los Centros del día. Allí desarrollaban tareas para mantener activa su memoria: bailaban, pintaban, escuchaban música, leían. Ahora permanecen aislados en casa y sus actividades son contadas.

En esta nueva normalidad, resulta vital mantener una dieta equilibrada, nutritiva y rica en ácidos grasos saludables. El Omega 3 es el producto estrella.

El consumo de este macronutriente -explica la nutricionista Julieta Robles, directora de la Escuela de Nutriología de la Universidad Internacional de Ecuador (UIDE)- disminuye el riesgo de deterioro cognitivo y demencia. “Contamos con suficiente evidencia científica”, dice.

La demencia, según el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, es un síndrome progresivo y debilitante que se manifiesta con pérdida de memoria, problemas de lenguaje y dificultad para realizar actividades diarias.

Según ese informe, se estima que en el planeta, hasta el 2040, más de 80 millones de personas se verán afectadas por la demencia. “La enfermedad afecta sobre todo a las personas mayores, pero también puede presentarse en personas jóvenes”.

Este alimento abunda en productos como el aceite de oliva extravirgen, en los frutos secos como las nueces, en el salmón, sardina, atún, en las semillas de chía y hasta en el aguacate.

Este último es relativamente económico; con ese, los amantes de la cocina saludable preparan ensaladas, batidos y helados.

Sobre el pescado -por ejemplo- un estudio publicado en la página electrónica de Scielo España (biblioteca virtual que recopila investigaciones científicas) menciona que la ingesta, al menos una vez a la semana, reduce en un 60% el riesgo de padecer alzhéimer.

Asimismo, se demostró que el consumo de pescado dos veces por semana mejora la memoria y la función cognitiva en ge­neral, en comparación con dosis más bajas.

La nutricionista Daniela Riofrío explica que como esas grasas se encuentran en productos puntales, que no siempre están a la mano, los suplementos también son opción. Se venden sin receta médica, pero para evitar un exceso se sugiere siempre consultar la dosis exacta con un experto en nutrición.

De forma general, esta especialista sugiere 2 500 miligramos semanales de ácidos grasos poliinsaturados, para llevar un estilo de vida saludable.

Para garantizar aquello, el doctor Luis Fernando Merlo, coordinador de la Escuela de Medicina en el Área de Ciencias Clínicas de la UIDE, sugiere además realizar actividad aeróbica, pues está comprobado que trotar, por ejemplo, contribuye a la producción de neuronas.

Como a las personas de la tercera edad se les recomienda permanecer en casa para reducir el riesgo de contagio por covid-19, el deportólogo Celio Romero cita como alternativa la activación sobre las máquinas estáticas como la caminadora o la elíptica.

A las personas de la tercera edad -a partir de los 65 años- la Organización Mundial de la Salud les sugiere dedicar 150 minutos semanales a la práctica de actividades físicas moderadas aeróbicas. Otra opción es la actividad física vigorosa aeróbica durante 75 minutos, “o una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas”.

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