Las "galaxias arvejas" pueden ayudar a conocer el comienzo del universo

Las "galaxias arvejas" pueden validar la idea que los astrónomos tienen de la reionización, una etapa crucial en la evolución del universo temprano, según un artículo que publica hoy la revista Astrophysical Journal.

Una galaxia arveja es un tipo de galaxia compacta, azul y luminosa con una tasa muy alta de formación de estrellas. Se las denomina "arveja" debido al tamaño pequeño y la apariencia verdosa en las imágenes tomadas por la Encuesta Digital Sloan del Cielo.

La reionización ocurrió pocos cientos de millones de años después de la Gran Explosión, cuando empezaban a aparecer las primeras estrellas y se formaban las primeras galaxias.

En este período, según los científicos, el espacio entre las galaxias pasó de ser una niebla opaca y neutral a un plasma transparente cargado como lo es hoy. El plasma es un gas cargado eléctricamente.

La teoría prevaleciente sostiene que las estrellas gigantescas en las galaxias tempranas produjeron una abundancia de luz ultravioleta de alta energía que escapó al espacio intergaláctico e interactuó con el gas hidrógeno neutral.

En ese encuentro, la energía ultravioleta arrebató electrones de los átomos de hidrógeno y dejó atrás un plasma de electrones con carga negativa y de iones de hidrógeno con carta positiva.

Anne Askot, del Colegio de Literatura, Ciencia y Artes en la Universidad de Michigan y una de las dos investigadoras en este estudio, explicó que los científicos creen que ese proceso ocurrió de esa forma, pero "cuando observamos a las galaxias cercanas, la radiación de alta energía no parece emanar".

Jaskot y Rally Oey, profesora asociada de astronomía, han encontrado que las arvejas podrían proporcionar esas pruebas.

"Las arvejas son galaxias compactas que forman muchas estrellas y son muy similares a la galaxias tempranas en el universo", explicó Jaskot. "Nuestro análisis muestra que podrían estar emitiendo radiación ionizante".

Las investigadoras enfocaron su atención en seis de las galaxias arvejas con formación más intensa de estrellas, que se encuentran entre 1.000 y 5.000 millones de años luz de distancia.

Estudiaron sus líneas de emisión observadas por la Encuesta Digital Sloan del Cielo. Las líneas de emisión muestran la forma en que la luz interactúa con la materia y, en este caso, ayudaron a que las astrónomas entendieran la relación entre las estrellas y el gas en estas galaxias.

Las líneas de emisión indicaron cuánta luz absorben las galaxias. Luego, para determinar cuánta luz había al comienzo, las astrónomas hicieron simulacros para calcular, por ejemplo, cuán viejas son las galaxias y cuántas estrellas contienen.

Al determinar de qué están compuestas las galaxias las investigadoras pudieron inferir cuánta radiación debería estar presente.

Las galaxias, según determinaron las investigadoras, produjeron más radiación que la detectada por ellas, de modo que infirieron que una parte de la radiación debe haber escapado.

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