Cada sábado, decenas de personas llegan a la Casa del Árbol, en Urdesa (norte de Guayaquil), con la finalidad de comprar mercadería al aire libre en los más de 15 pabellones instalados desde muy temprano. Son compradores que llevan hasta USD 20 destinados al consumo, y regresan con seis o siete objetos para darles un nuevo uso.