60 personas trabajan en el edificio del antiguo Colegio Simón Bolívar, en el Centro de Quito.
"Ministro póngase pilas y asista a uno de los programas por las fiestas patronales. El Mejía cumple 120 años". Eso le dijo Gabriel Gordillo, presidente del Consejo Estudiantil, a Fánder Falconí. Este movió la cabeza, le sonrió y aceptó su saludo: un choque de puños.
Al final del año lectivo, las alumnas del Colegio Simón Bolívar dan sus últimos paseos uniformadas por el Centro Histórico de Quito. Desde septiembre, ellas ocuparán las instalaciones donde funciona la Escuela Eugenio Espejo.