Este nivel socio-económico tuvo su auge entre 2004 y 2015. La crisis económica, la reducción del gasto social y los efectos de la pandemia han ido desplazando a más ecuatorianos de este segmento.
Ana Patricia Muñoz es economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, con maestrías en Políticas Públicas por Brown University y en Economía de la Universidad de Montreal.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha decidido arremeter contra una parte de la población mexicana después de perder su apoyo electoral.
Por primera vez desde la década de los 90 la clase media a nivel mundial retrocedió debido a la pandemia. Casi dos tercios de los hogares sufrieron una pérdida de ingresos, según un estudio del Centro de Investigación Pew, con sede en Estados Unidos, basado en datos del Banco Mundial.
Cuando el coronavirus llegó a Chile y acabó abruptamente con el trabajo de Lorena Rodríguez, la niñera de 47 años tomó la dolorosa decisión de empeñar sus joyas -regalos de décadas anteriores- para tener dinero en efectivo.
La familia Simpson es una de las que más a persistido en la televisión de los últimos tiempos, siendo Homero su pilar económico fundamental. Ellos siempre se han calificado en la clase media estadounidense, pero ¿esto es realmente cierto? Un estudio realizado por el portal Vox analizó los ingresos que ha tenido el personaje amarillo en los casi 27 años de vida de la popular serie animada.
Su trabajo, durante las tres últimas décadas, ha consistido en destripar la vida de la clase media de la sociedad estadounidense. Se ha dedicado a hurgar en la psiquis de sus contemporáneos para mostrar, a los lectores, sus formas de pensar, sus miedos, sus apetitos, sus fascinaciones y sus frustraciones.
Por mucho tiempo recordaremos este concepto del actual Presidente: “Ahora somos una familia de clase media”… “tenemos un problema, talvez nos quedamos sin empleo, el jefe de familia, pero tiene tarjeta de crédito para seguir subsistiendo”.
El presidente Rafael Correa, durante la entrevista de ‘De cara al futuro’, la noche del martes 12 de enero del 2016, abordó temas económicos de Ecuador. En el minuto 46 de la entrevista señaló que ahora el país es como una familia de clase media, y que si a esta familia le llegara el desempleo, no le afectaría tanto.
Tomo prestado el título de un álbum de Andrés Calamaro para referirme a ese particular estrato de las sociedades menos avanzadas, donde subsisten las peores prácticas feudales y aún se respiran los tufillos rancios de aristocracia y los añejos olores del parroquialismo.
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) advirtió hoy, 2 de septiembre del 2015, que la ralentización del crecimiento económico en la región "amenaza la estabilidad de la nueva clase media" latinoamericana.
El formato de la entrevista del domingo 7 con el Presidente nos permitía a los participantes una pregunta y una repregunta por tema. A mis preguntas y comentarios, el Presidente contestó diáfanamente. Nadie puede ya decir que no conoce el real objetivo de los impuestos.
La pregunta capital de la presente coyuntura y de los años venideros es quién -o quiénes- pagarán la factura del despilfarro, irresponsabilidad fiscal y fracaso del modelo político económico de la revolución ciudadana. Hoy que el tiempo de la vacas gordas concluyó, los ecuatorianos hemos despertado a la dura realidad de que los últimos ocho años de opulencia fueron una burbuja insostenible; que la actual administración no solo se farreó la mayor época de bonanza económica de la historia contemporánea del Ecuador, sino que nos va a heredar miles de burócratas con las manos desocupadas, decenas de elefantes blancos repartidos por la geografía nacional (el mamotreto de edificio donde se realizó la Asamblea Constituyente estará entre los primeros de la lista), deudas a carísimos intereses, megaobras mal diseñadas y desproporcionadamente concebidas, cientos de equipos tecnológicos embodegados, caducos y corroídos, bonos a pagar, huecos imposibles de saldar, toneladas de cemento y pavimento
Un combo con papas, cola y hamburguesa o un sánduche puede costar entre USD 4 y 7, dependiendo del local, los ingredientes y el tamaño de los componentes. Se trata de comida que se prepara y se sirve rápido, por lo que se ha convertido en una opción cada vez más fácil de encontrar al paso.
El Presidente de la República y su Ministro de la Política Económica intentan convencer a los ciudadanos que quienes están reclamando por el encarecimiento de los productos importados son pocos y son ‘pelucones’ que solo comen carne uruguaya o salmón holandés. A ver, quién de ustedes ha comido caviar, dijo en la reciente sabatina.
Un estudio realizado a 20 000 niños chinos aseguró el jueves. 5 de febrero, que los niños de escasos recursos económicos son menos proclives a la miopía que los más ricos.
Primero fue el exceso de entusiasmo frente al "imparable" crecimiento de los países emergentes y la euforia sobre el rol histórico de sus clases medias. Después, cuando las previsibles consecuencias de la crisis global golpearon a todo el mundo, los mismos agoreros -sin sonrojarse- anunciaron su inminente desaparición.
La gente de los barrios de clase media de Quito es la que más compra vía Internet bajo el mecanismo de importación 4x4. Así se observa en un estudio hecho por cuatro empresas de correos rápidos en la ciudad.
La próxima elección presidencial en Brasil está en manos de gente como Fabiana Duarte, pero ella todavía no decide qué hacer con su voto.
La clase media en América Latina aumentó a niveles récord entre 2003 y 2009, hasta llegar a constituir un inédito 30% de la población, lo que marca un cambio estructural histórico para la región, según un informe del Banco Mundial (BM) divulgado ayer.